Nathy Peluso es una diosa la mires por donde la mires y no hay mucho debate al respecto. La argentina ha sabido desmarcarse en un mundo tan complicado como el musical. Al igual que ha hecho de su característico estilo una bandera única. La cantante y compositora acaba de lanzar al mercado 'Grasa', su último trabajo de estudio, y entre conciertos y presentaciones ha decidido acudir al desfile de Alta Costura de Jean Paul Gaultier, celebrado recientemente en París.
Desde hace años, la firma francesa invita a distintos creativos para idear la colección y para este otoño-invierno 2024-2025 el director de orquestra ha sido Nicolas di Felice, actual diseñador de Courrèges. Como cabía esperar, Peluso (que es embajadora de Jean Paul Gaultier Divine) defendió un total look de la maison. Eso sí, no se decantó por una prenda cualquiera, ya que eligió una prenda icónica dentro del universo de la marca: el corsé.
Sexy, arrebatadora y cautivadora a más no poder, la argentina escogió un corsé que la mismísima Madonna hubiese podido defender en los años 80. Una cremallera en la parte central y dos lazadas laterales marcaban, de forma aún más dramáticas, las curvas de Peluso. Con el fin de completar el look, la cantante apostó por un vestido de tul que jugaba con las transparencias y un mítico gorro de marinera, otra de las piezas emblema de Jean Paul Gaultier.
Con una pulsera a modo cinturón y unos taconazos de vértigo, Nathy Peluso posó ante las cámaras con otra mujer de referencia en el panorama musical: Bad Gyal. La argentina y la catalana reúnen la fuerza, el carácter y el empoderamiento de la mujer ideada por la marca francesa. Sin lugar a dudas, esta ha sido una de las fotos más comentadas de la Semana de la Moda de Alta Costura de París (y no nos parece para menos, la verdad).
De este modo, Peluso avanza posiciones dentro del mundo de la moda y confirma que su rostro es uno de los más deseados de la industria. A lo largo de los últimos meses, ha protagonizado numerosas portadas de tirada internacional. Así que todo apunta a que la carrera de la argentina tan solo conoce un sentido: el ascendente.
