Me acuerdo de otros tiempos en los que solo escribía de belleza y fitness y, a la luz de las tendencias de cada temporada, me daba cuenta de que teníamos que trabajar determinadas partes del cuerpo para poder lucir las prendas de esa estación. Por ejemplo, ¿os acordáis de los micro shorts? Aquellos obligaban a reducir pierna y las que ostentábamos muslitos de pollo nos veíamos resignadas a subir unos cuantos minutos nuestro tiempo de elíptica. Es a lo que llamábamos en la redacción "MODA OBLIGA".
Pero al igual que fueron los shorts podría hablaros de una de las prendas fetiche de Rosalia, los crop top .
Hasta ahora había vivido muy bien, ajena a todos aquellos Moda Obliga, porque -defensora acérrima del Body Positive- capeaba las tendencias con aquello que más me gustaba o con lo que me sentía más cómoda. Pero el otro día algo me hizo saltar las alarmas. Y vamos a hablar de ello: ¿qué pasa si tus piernas no entran en las botas? ¿Te ha pasado alguna vez?

Puedo confesar que a mí no me había sucedido. Podía presumir de tener un tobillo decente y unos gemelos que, pese habérselos entregado a dos medias maratones y más de una decena de 10k, se habían mantenido dentro de los cánones de las botas altas.
El otro día comentábamos en redacción nuestras compras del Black Friday (servidora desató la locura a base de bien, dos carritos virtuales) y me decían mis compañeras que ellas no se atrevían a comprar botas online porque nunca les cerraban.
Yo no daba crédito porque justo ese día venían todas en falda y... ¡todas tienen unos mini gemelos! Me quedé meditando al respecto porque, al fin y al cabo, es un "traumita fashion" que hemos vivido en mi casa de cerca. Os cuento, mi hermana no ha podido llevar una bota alta... NUNCA, por la misma razón. Salvo cuando se las compraba en una zapatería de Valencia (a la que íbamos ex professo en vacaciones) porque en las tiendas habituales del radar millenial le resultaba imposible.

Pero, oh indignación cuando llega mi pedido y... Mis botas altas .
Pero, ¿qué está pasando? En plena lucha psicológica de las mujeres por sentirnos felices con nuestros cuerpos, por vivir con salud en nuestro body, ¿por qué las marcas nos hacen esto? ¿Es tan complicado poner una cremallera a unas botas? O, en su defecto, ¿hacerlas de caña un poco más ancha? Es un contrasentido que queramos hacer moda para todas cuando, si siempre han dicho que hay que empezar vistiéndose por los pies, no podamos hacerlo.
¿Qué soluciones tenemos? ¿Renunciamos a llevar botas altas? ¿Nos resignamos a ir siempre en botines? Porque esta "problemática" (entendamos problema como pequeño inconveniente fashion) también se extiende a las botas de agua.

Soluciones:
- Entender que no tienes un problema y que esto no te va a generar un complejo. ¡Nos negamos!
- Quizá el problema está en que los diseños se están destinando a millenials y niñas más jovencitas. ¿Habrá que comprar en otros sitios? Quizá ese sea otro debate.
- Ir a zapaterías, alejándonos del panorama mainstream fashion. Si queréis y os interesa podemos preparar una guía.
- Quizá tengamos un problema de retención de líquidos, por lo que deberíamos apostar por drenajes linfáticos o infusiones drenantes.
- Ir a zapaterías especializadas en caña ancha, si te fijas, ¡cada vez hay más!
- Esperar a que las marcas se conciencien y se den cuenta de que no todas tenemos piernas palillo.
- Prescindir de esta tendencia y centrarnos en las sneakers, zapatos de tacón y botines.