Cuando el día D de cualquier pareja se acerca, los nervios son más normales de lo que parece. Esto mismo les pasa también a las parejas más famosas del panorama celeb. Sin embargo, la gran diferencia es que las bodas de las celebrities están expuestas a críticas y evaluaciones de todo tipo y de todo el mundo. Por eso, elegir el vestido o incluso alguno de los detalles de su ceremonia se convierte en una misión imposible para sorprender o agradar a todo el mundo.
Eso sí, ellas lo sufren más que ellos. Los estilismos de las famosas en su boda han traído debates realmente apasionantes. Desde la preboda cuando se especula quien será el diseñador elegido, qué corte llevará, ¿escogerá escote palabra de honor?, ¿velo o mejor tocado?... Hasta el mismo día de la ceremonia cuando todos los focos se centran en ella y la descomponen completamente. Lo hemos vivido recientemente con Meghan Markle y la cantidad de especulaciones que se vivieron antes de la boda y la resaca que dejó su –maravilloso- vestido.
Lo que también es cierto es que muchos de las elecciones de las famosas han dado que hablar… Y no tan bien como sí ocurrió con el estilismo de la ya Duquesa de Sussex. Pamela Anderson, por ejemplo, no quiso complicarse y ahorró tiempo en elegir vestido casándose con un bikini; o el vestido de princesa –al que no le faltaba ningún detalle- de la cantante Thalía. Hay que tener en cuenta que la mayoría de sus estilismos pertenecen a unas décadas en el que el gusto por el exceso, las superposiciones infinitas de tul, velos y colas kilométricos estaban a la orden del día. Esos maravillosos ochenta…
Hemos querido rescatar aquellas bodas que marcaron un antes y un después en el estilismo wedding y que nos hicieron pensar: ¿quién la habrá aconsejado llevar ese vestido?, ¿dónde estaba la dama de honor cuando se necesitaba de su sinceridad?. Hoy cuando estas celebrities abran sus álbumes de fotos sentirán lo mismo que sentimos nosotras cuando abrimos los de nuestra adolescencia…
Mariah Carey
Todo el mundo recuerda el vestido de su primera boda con Tommy Mottola, pero nosotros hemos querido desmarcarnos y rescatamos otro que no se queda atrás: el del día de su enlace con Nick Cannon, donde se pasó con el strecht.

Jennifer López
De su boda con Chris Judd no nos olvidamos de su vestido casi isabelino. Sus bodas posteriores fueron mucho más acertadas...

Celine Dion
La verdad es que el diseño de Céline Dion tiene de todo: bordados, tul, pedrería... Y todo en cantidades abundantes. No pasa nada si incluyes en tu vestido algún toque fuera de lo común -o recargado, es tu día, haz lo que quieras-, pero no pases los límites porque si no te quedará algo como esto...

Lady Di
Sin ninguna duda la boda del siglo pasado fue la de Diana de Gales con el príncipe Carlos. Fue la boda por excelencia del último cuarto de siglo y todavía hoy recordamos esa cola kilométrica que fue digna de todo tipo de comentarios.

Gwen Stefani
Para su boda con Gavin Rossdale en 2002 empezó a poner en práctica la moda de casarse con detalles rosas en el vestido. En este caso fue un diseño degradado en blanco y rosa de Christian Dior. Los pequeños detalles en color la verdad es que no nos disgustan, y cada vez están más a la orden del día. Pero es cierto que hay que saber elegir muy bien los complementos si vas a arriesgar y Gwen no lo hizo.

Pamela Anderson
La fotografía no es de un día de playa de la pareja, no. Es de su propia boda. A Pamela Anderson no la gana nadie en originalidad bridal. Eso sí, creemos que se le subieron (un poquito más si cabe) Los Vigilantes de la Playa a la cabeza y se casó con un biquini blanco, un ramo de flores y una gorra de marinero. ¿Para qué más?

Whitney Houston
De la boda de nuestra añorada 'voz' por excelencia casi nos quedamos con todo, menos con su tocado. Es un buen ejemplo de cómo los complementos poco acertados pueden arruinar un look perfecto. El gorro-tocado, teniendo en cuenta su increíble melena, no le hizo justicia.

Thalía
Thalía se rindió al estilo princesa: una cola kilométrica, un velo que midi y una falda con excesivo vuelo. Inevitablemente le sentaba perfecto, pero la combinación de todos estos detalles fue demasiado.

Blanca Romero
En este caso no centraremos la crítica en el vestido, sino en el aspecto de la novia, Blanca Romero. Su elegante diseño de Pronovias no encontró apoyo en su melena, un peinado poco elaborado para un día tan especial.

Virginia Troconis
Virginia Troconis se atrevió con todo en su boda con El Cordobés. Apostó por un color champagne y dejó ver un escote de vértigo sin ropa interior. ¿Te atreverías a llevarlo?

Eugenia Martínez de Irujo
Bien es cierto que la moda wedding ha cambiado mucho y Eugenia Martínez de Irujo no iba del todo desacertada. Sin embargo, consciente de su altura, podría haber apostado por otro tipo de conjunto (y complementos). La corona no fue su gran amigo.

Rosario Domecq
Era muy joven cuando se casó y quizás pecó de querer arriesgar demasiado, y eso que por aquel entonces colaboraba con una revista de moda. Una de las bodas más esperadas tras siete largos años de noviazgo no tuvo un vestido de novia a la altura. Todavía seguimos preguntándonos el porqué de esa falda...

Emma Thompson
Sí, no era una invitada, era la novia. No quería ser convencional y apostó por dar un toque (o más bien, varios) de color a su traje de novia. No sabríamos por donde empezar a hablar de este estilismo...

Katy Perry
De su boda con Russell Brand recordamos pocos detalles porque casi ni salieron a escena pública fotos de ambos. Pero lo que sí pudimos descubrir fue su vestido, espsecial, como ella. Con color y un corte asimétrico en la falda que lo hizo único. Eso sí, tienes que atreverte a llevarlo.

Lake Bell
El conjunto de la actriz fue muy comentado. Hubo muchos que dijeron que sí y otros que no. Pero lo que sí es cierto es que la excesiva pedrería con flecos en cascada no la hizo mucha justicia. Y eso que la inspiración años 20 vuelve a los armarios de las últimas bodas. Solo hay que saber cómo emplearlo.
