No siempre eligen su papel. Algunas prefieren permanecer en la sombra de su esposo, recién elegido, como una forma de protección de cara al público. Otras, optan por no esconderse y hacer que este mandato presidencial sea también el suyo. Y sobre todo, que pueda servir a ayudar algunas causas. Primeras damas. La expresión, que se usó por primera vez en Estados Unidos antes de popularizarse en el resto del mundo en el siglo XX, define un rol definido que cada mujer adopta y encarna según su carácter. Aunque parezca en principio secundario, no fueron pocas las Primeras damas que nos demostraron que eran mucho más que una acompañante o el rostro glamuroso de la presidencia. Porque sí, en el imaginario colectivo, ser Primera dama implica una idea de belleza, atractivo, elegancia. Una vez más, reina la desigualdad. Y cada milímetro de estas mujeres, que no dejan de ser personas, es observado, juzgado y criticado por su inevitable mediatización.
¿Pero cómo consiguieron algunas de ellas eclipsar a su propio esposo? Con presencia, valor y dignidad. Figuras femeninas inconscientemente idolatradas, brillaron en sus épocas más o menos complejas por causas políticas y sociales como el feminismo, la pobreza, la educación o la salud. Su papel e influencia en la política del país fueron indudablemente grandiosos (Hillary Clinton fue el ejemplo más claro). A la vez apoyo del presidente y del país, se alzaron y se alzan como mediadoras entre una sociedad que parece ahogarse en un vaso de agua y una presidencia no siempre lúcida. A veces humilladas o sometidas a una presión inédita, han conseguido mantenerse y sobrevivir a las mil y una recepciones, eventos oficiales y apretones de manos. Algunas marcaron, a su vez, por un estilo único, la historia de la moda. ¿Sería la misma sin la influencia de mujeres como Jackie Kennedy?
Recordemos 12 Primeras damas que consiguieron brillar con luz propia durante unos pocos años o décadas, llegando casi a hacer olvidar sus esposos presidentes por su sensibilidad, estilo, inteligencia, compromiso y gran sentido común. Ellas fueron de alguna manera, heroínas de los tiempos modernos. ¿Jill Biden, esposa del nuevo presidente estadounidense Joe Biden, será una de ellas?
Jackie Kennedy
La elegante esposa de John F. Kennedy fue primera dama de Estados Unidos entre 1961 y 1963 (antes del trágico asesinato del presidente en Dallas). Además de convertirse en un icono de belleza y moda (su famoso sombrero tipo pillbox pasó a la historia), participó en varios actos sociales. Pese a las críticas, ligadas en parte a sus historias de amor, se considera una leyenda.

Carla Bruni
Ex modelo y actriz, la esposa del presidente francés Nicolas Sarkozy no pasó desapercibida a lo largo de los cuatro años del mandato (2008-2012). Pero lejos de solo ser una Primera dama "atractiva", se comprometió con numerosas causas como la lucha contra el Sida por la que se convirtió en la embajadora mundialde las madres y de los niños contra la epidemia en el Fondo Mundial en contra del Sida, la Malaria y la Tuberculosis.

Hillary Clinton
Única primera dama estadounidense (1993-2001) a punto de convertirse en presidenta, la exposa de Bill Clinton fue la esperanza de millones de personas en las pasadas elecciones. Brillante y comprometida con varias causas sociales como la sanidad, destacó tanto junto a su ex marido como como aspirante a la presidencia.

Michelle Obama
Formó, junto a su esposo Barack, una de las parejas más glamurosas y brillantes del mundo. Primera dama de 2009 a 2017, Michelle destacó especialmente por su implicación en causas como la obesidad infantil. Lanzó el programa "Let's Move!" para ayudar a los niños a comer de forma más sana y practicar deporte. En 2015, promovió Better Make Room, un programa para animar a los jóvenes a estudiar. Elegante e inteligente, fue un auténtico ejemplo.

Brigitte Macron
Actual Primera dama de Francia por la victoria de su esposo, Emmanuel Macron, ya demostró su compromiso e implicación con la sociedad. Tomó oficialmente posición ante la ola de denuncias por acoso y afirmó que pretendía luchar contundentemente contra todo tipo de exclusiones, ligadas por ejemplo a la educación. La gran diferencia de edad de la pareja sigue llamando la atención del globo.

Chantal Biya
Desde 1994, la esposa del presidente de Camerún, Paul Biya, es un ejemplo de compromiso y dedicación. Fundó varias fundaciones, una de ellas lleva su nombre, para ayudar a las personas más desfavorecidas, luchar contra enfermedades como el Sida y fomentar la investigación para aportar más cuidados médicos a la población. Es embajadora de buena voluntad de la Unesco desde 2008.

Peng Liyuan
Primera dama de China desde 2013, la esposa de Xi Jinping era mucho más famosa que su esposo antes de su llegada al poder. Cantante concida en su país, dejó finalmente su actividad para centrarse en la política. En 2011, fue nombrada embajadora de buena voluntad por la tuberculosis y el Sida por la Organización Mundial de la Salud.

Eva Perón
Es una de las figuras más controvertidas del siglo XX. La primera dama argetina de 1946 a 1952 impulsó la elección de su marido, Juan Domingo Perón, y se involucró en una infinidad de causas sociales: el derecho de voto de las mujeres, ayuda a los desfavorecidos, construcción de escuelas, promoción del deporte y del turismo entre otras muchas otras. Acusada de fascismo, sigue teniendo mucho detractores.

Eleanor Roosevelt
Fue la primera mujer en obtener oficialmente el reconocimiento de "Primera dama" tras el triunfo de su marido Franklin Roosevelt en 1933. Durante y después del mandato, que acabó en 1945, Eleanor destacó por su influencia en la política y la sociedad. Feminista y antiracista, defendió el movimiento por los derechos cívicos y tuvo un papel determinante en la creación de Naciones Unidas.

Laura Bush
Pese a que su esposo, George W. Bush, sea considerado por algunos uno de los peores presidentes de Estados Unidos, Laura consiguió a lo largo de los ocho años de presidencia (2001-2009) destacar por su implicación en la lucha contra el Sida y la malaria. Su pasión por los niños desfavorecidos con un nulo acceso a la educación llevó su esposo a crear el programa No Child Left Behind.

Betty Ford
Considerada una de las Primeras damas más activas de Estados Unidos, la esposa de Gerald Ford luchó durante el mandato de su esposo (1974-1977) y posteriormente por causas como la igualdad, su principal caballo de batalla. Participó en el movimiento feminista hasta el final de su vida. Fue una de las pocas figuras políticas que habló públicamente de sus problemas y adicciones con el objetivo de ayudar a un mayor número de personas.

Valérie Trierweiler
Primera dama de 2012 a 2014, la exesposa del presidente francés François Hollande fue un ejemplo de valentía tras su dramática ruptura con el mandatario, cuya relación extraconyugal se hizo pública. Periodista para la revista Paris Match incluso durante sus dos años, se convirtió en embajadora de la fundación Danielle Mitterand para defender a las mujeres víctimas de violencias sexuales en zonas de conflictos. Apoyó organismos de lucha contra el hambre y la pobreza.
