Primera cita. Sentada en tu restaurante favorito, frente a tu ensalada y copa de vino y ceñida en un vestido negro que apenas te deja respirar, mil preguntas rondan en tu cabeza. La primera de ellas es sin duda alguna. ¿Le gusto? Imposible saberlo.
Las señales que te manda no son lo suficientemente claras y este chico/a con el/la que ya te gustaría casarte (y tener cinco hijos, ya tienes nombres para todos) no te da a entender con claridad lo que espera. A la mínima mirada de lado te asustas, si se levanta para ir al baño igual y si ya echa un vistazo a su móvil estás a punto de llorar. Sí, queramos o no y aunque no lo admitamos, esta situación se repite una y otra vez, y es totalmente lógico.
La primera cita es importante, ya que es la que va a determinar en parte lo que viene más adelante. Es la que nos permite saber si encajamos mínimamente. Pero en realidad es la segunda que tiene mayor importancia y sobre todo que nos orienta mejor a la hora de saber si existe alquimia. Al no contar con el estrés de la primera, es más relajada y ya o existe esta distancia y miedo de la "primera vez". Tendemos a abrirnos más fácilmente, tenemos menos filtros y ya conocemos un poquito mejor a la persona.
Sea como sea, no siempre tienes claro lo que piensa este chico/a de ti. A menos que te diga de forma clara que me atraes, lo más seguro es que te despiste y no sepas interpretar su actitud. Si no se te da bien percibir las señales de deseos y no entiendes los comentarios "indirectos" (las famosas frases que dan a entender que la persona quiere algo más sin llegar a decirlo), tranquila, existe una manera sencilla de averiguarlo. El lenguaje corporal es tu salvación.
Gestos inconscientes que dicen mucho o todo del deseo de la persona que está en frente y que tienen la ventaja de ser fácilmente identificables. ¿Tienes dudas de su atracción por ti o quieres anticipar un primer encuentro con esta persona especial? Te explicamos 13 gestos que confirman que le gustas sí o sí. Toma nota.
La burbuja proxémica
Corresponde a tu espacio personal, la distancia que pones entre tu cuerpo y el de otra persona. Lo habrás adivinado, cuanto más se reduzca, más tendrás la certeza de que le gustas.
Contacto indirecto
¿Su pie roza el tuyo debajo de la mesa, te toca el brazo, te acaricia la mejilla? Tenlo claro, le gustas. Esta técnica de acercamiento físico demuestra de forma inconsciente (o consciente) que tiene interés.
Sonríe constantemente
Es natural, procuramos ser agradable con una persona que nos atrae. Si a tu lado no deja de sonreír y reír, tienes posibilidades.
El poder de la mirada
La mirada es uno de los gestos claves para percibir o no atracción. Si te mira fijamente, no cabe la menor duda, le atraes. Pero recuerda que algunas personas por timidez prefieren evitar el contacto visual prolongado. No significa que no haya algo entre vosotros.
La orientación de su cuerpo
Si consigues retener su atención, su cuerpo se orientará naturalmente hacia ti.
La sincronía
Es el efecto "espejo". Si una persona se siente atraída por otra, tenderá a repetir sus gestos. Estáte atenta.
Abre ligeramente la boca
Es casi imperceptible pero es bastante significativo. Si sus labios se separan un poquito, siente atracción.
Se ruboriza
La adrenalina acelera el ritmo cardíaco lo que provoca una mayor circulación de la sangre. Es precisamente lo que nos da el color rojo en cuando nos excitamos. Puede ser más o menos evidente, míralo bien.
Se toca la cara
Cuando sentimos atracción, nuestra piel se vuelve especialmente sensible. Fíjate bien, si toca sus orejas, barbilla o mejillas, podría significar excitación.
La orientación de sus pies
No solo te tienes que fijar en el conjunto de su cuerpo, si la punta de sus pies está orientada en tu dirección es buena señal.
Toca los botones de su chaqueta o camisa
No es lo más evidente y sin embargo es bastante revelador. Si no deja de abotonarse y desabotonarse significa que siente cierto nerviosismo pero también que le gustaría quitarse lo que lleva encima...
Asiente con la cabeza
Demuestra ganas de confirmar su aprobación con lo que estás diciendo. Por lo tanto, recalca cierta compenetración. Es una buena señal.
Mira tus labios
Como ya lo precisamos, la mirada es clave. Si se fija especialmente en este parte de tu rostro, podrás adivinar lo que tiene ganas de hacer.
