Cuadrar agendas en Madrid es una cosa complicadísima. Raro es que un WhatsApp matinal se convierta en una cerveza vespertina. Las horas extra se pegan como un chicle a la excursión de los lunes al súper después del trabajo, al gimnasio de los martes, al no-puedo-con-la-vida-a-mí- ponme-una-serie de los miércoles, a la cena de trabajo de los jueves, a la siesta de los viernes y al desierto emocional que dejan quienes huyen a casa, la verdadera, el fin de semana. Le pasa a cualquiera. También a la reina Letizia. Este año, sin embargo, pudo acudir a la final del Campeonato de Fútbol Femenino de España, o sea, a la final de la Copa de la Reina. Calendario y disponibilidad encajaron. Frente al micrófono de Manu Carreño, doña Letizia apuntó que “hay un montón de deportes en los que las mujeres llevan años destacando y por eso creo que es importante también que las instituciones, los patrocinadores, que los anunciantes, que la prensa, que la sociedad, en general, siga apoyando, decidida, el deporte femenino en España. El fútbol realmente es el deporte más popular, pero también hay otros. Empecemos por el fútbol y extendámonos a otros deportes”. Le preguntó el periodista si 2019 inauguraría así una era de asistencias regias a eventos deportivos protagonizados por mujeres. “Eso espero”, respondió. “Hay otras copas de la Reina, hay muchas más competiciones. Me gustaría repetir muchas veces en este deporte y en los demás”.
Cuadrar agendas en Madrid es una cosa complicadísima. Raro es que un WhatsApp matinal se convierta en una cerveza vespertina. Las horas extra se pegan como un chicle a la excursión de los lunes al súper después del trabajo, al gimnasio de los martes, al no-puedo-con-la-vida-a-mí- ponme-una-serie de los miércoles, a la cena de trabajo de los jueves, a la siesta de los viernes y al desierto emocional que dejan quienes huyen a casa, la verdadera, el fin de semana. Le pasa a cualquiera.
También a la reina Letizia. Este año, sin embargo, pudo acudir a la final del Campeonato de Fútbol Femenino de España, o sea, a la final de la Copa de la Reina. Calendario y disponibilidad encajaron. Frente al micrófono de Manu Carreño, doña Letizia apuntó que “hay un montón de deportes en los que las mujeres llevan años destacando y por eso creo que es importante también que las instituciones, los patrocinadores, que los anunciantes, que la prensa, que la sociedad, en general, siga apoyando, decidida, el deporte femenino en España. El fútbol realmente es el deporte más popular, pero también hay otros. Empecemos por el fútbol y extendámonos a otros deportes”. Le preguntó el periodista si 2019 inauguraría así una era de asistencias regias a eventos deportivos protagonizados por mujeres. “Eso espero”, respondió. “Hay otras copas de la Reina, hay muchas más competiciones. Me gustaría repetir muchas veces en este deporte y en los demás”.
En el fútbol femenino, esta fue su primera vez. La suya y la de cualquier otra reina en España desde que el campeonato se fundara en 1983. Según fuentes de la Casa Real, en otras ediciones había sido difícil encajar agendas. No había cuadrado, dicen, la ocasión. Recuerdan que pese a no haber asistido al estadio, en ediciones anteriores la reina sí ha recibido en audiencia a las campeonas. Pero ¿por qué acudió solo doña Letizia si ella sí había acompañado a don Felipe, otros años, a la final de la Copa del Rey? ¿Se apartó el rey para no nublar el papel de las mujeres? La asistencia correspondía, explican, a la invitación recibida. El rey, adelantan, también acudirá solo el 25 de mayo a la final de la competición que lleva su nombre. Aunque doña Letizia sola no estuvo. Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, y Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, la escoltaron en el palco durante las dos horas de partido. El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, sentado a la izquierda del dirigente del Partido Popular andaluz, o sea, dos asientos más allá de la reina, se encargó de rellenarle los oídos. El socialista debió de salir del estadio Nuevo Los Cármenes y caerse en una farmacia de guardia que le suministrara Voltaren para cuello y própolis para la garganta. Su cabecita y media espalda escapaban del espacio que había sido asignado al resto de su cuerpo y escudaron, durante el tiempo de juego, la cara de Moreno.
En el fútbol femenino, esta fue su primera vez. La suya y la de cualquier otra reina en España desde que el campeonato se fundara en 1983. Según fuentes de la Casa Real, en otras ediciones había sido difícil encajar agendas. No había cuadrado, dicen, la ocasión. Recuerdan que pese a no haber asistido al estadio, en ediciones anteriores la reina sí ha recibido en audiencia a las campeonas. Pero ¿por qué acudió solo doña Letizia si ella sí había acompañado a don Felipe, otros años, a la final de la Copa del Rey? ¿Se apartó el rey para no nublar el papel de las mujeres? La asistencia correspondía, explican, a la invitación recibida. El rey, adelantan, también acudirá solo el 25 de mayo a la final de la competición que lleva su nombre.
Aunque doña Letizia sola no estuvo. Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, y Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, la escoltaron en el palco durante las dos horas de partido. El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, sentado a la izquierda del dirigente del Partido Popular andaluz, o sea, dos asientos más allá de la reina, se encargó de rellenarle los oídos. El socialista debió de salir del estadio Nuevo Los Cármenes y caerse en una farmacia de guardia que le suministrara Voltaren para cuello y própolis para la garganta. Su cabecita y media espalda escapaban del espacio que había sido asignado al resto de su cuerpo y escudaron, durante el tiempo de juego, la cara de Moreno.
Antes, Antonio José había cantado Me haces falta mientras las gradas se ocupaban y las futbolistas se preparaban para salir al campo. Hacía el cordobés en su actuación el gestito identificativo de la escuela CNT (Cantante Nacido en Televisión), tan bisbalero, que consiste en dar medio paso atrás con uno de los pies, retrasar el brazo derecho y lanzar una bola de fuerza invisible hacia el otro lado del campo con el brío de un entrenador de golden retrievers campeones en búsqueda de frisbee. Doña Letizia accedió al palco y el estadio aplaudió con el entusiasmo de quien ve llover descuentos para Inditex. El himno, a continuación, se cantó con su letra habitual: lololololo.

En el césped, el Atlético de Madrid dominó la primera parte, pero acabó perdiendo el partido. Tras los últimos cinco minutos de descuento, las chicas de la Real Sociedad se desplomaron como si una pandemia se estuviera gestando en el estadio granadino. Agotadas tras las carreras banda arriba, banda abajo, poco a poco, casi a cámara lenta. Habían ganado 2 a 1. Esta vez, frente a 17.550 espectadores en el estadio, cinco mil más que el pasado año. Abrieron los brazos y se desparramaron sobre el suelo como si fueran a dibujar en el verde un ángel.La reina entregó el trofeo a la capitana vasca, las bengalas se activaron tras el photocall de las ganadoras y en el estadio sonó We Are the Champions, de Queens. Esta vez, la realeza no estaba solo en los altavoces.
En el césped, el Atlético de Madrid dominó la primera parte, pero acabó perdiendo el partido. Tras los últimos cinco minutos de descuento, las chicas de la Real Sociedad se desplomaron como si una pandemia se estuviera gestando en el estadio granadino. Agotadas tras las carreras banda arriba, banda abajo, poco a poco, casi a cámara lenta. Habían ganado 2 a 1. Esta vez, frente a 17.550 espectadores en el estadio, cinco mil más que el pasado año. Abrieron los brazos y se desparramaron sobre el suelo como si fueran a dibujar en el verde un ángel.
La reina entregó el trofeo a la capitana vasca, las bengalas se activaron tras el photocall de las ganadoras y en el estadio sonó We Are the Champions, de Queens. Esta vez, la realeza no estaba solo en los altavoces.