Prejuicios, desconfianza, ausencia de credibilidad… los obstáculos irracionales (e injustos) que tienen que superar las mujeres en el ámbito laboral no dejan de multiplicarse. El factor económico es sin duda alguna uno de los más injustificados: las mujeres cuentan proporcionalmente con menos recursos que los hombres a la hora de lanzarse a la aventura empresarial. ¿Pero esta financiación menor afecta a la rentabilidad de sus empresas? La respuesta es un no rotundo, según el estudio Por qué las startups propiedad de mujeres son una mejor apuesta publicado por The Boston Company Group y MassChallenge que analiza los datos de 350 compañías con presencia en 46 países.
Los ingresos de su empresa serían en realidad dos veces superiores: las empresas de ellas generaron 730.000 dólares en tan solo cinco años, contra 662.000 dólares por las empresas creadas por hombres en el mismo periodo. Es decir: por cada dólar conseguido de financiación, generan 78 céntimos, contra 31 de los hombres. Las empresas financiadas por mujeres recibieron de media 935.000 dólares, menos de la mitad de los 2,12 millones con los que suelen contar los hombres. ¿Y si no existieran diferencias en cuanto a financiación? Se habrían generado nada menos que 85 millones de dólares adicionales a lo largo de estos cinco años según los expertos.
Las razones que justifican el éxito de las empresas creadas por mujeres son diversas. Pese a que sufran más prejuicios y rechazos, esencialmente durante sus presentaciones sobre aspectos técnicos (el mito sobre la inexperiencia de las mujeres en el ámbito tecnológico y económico persiste), son más propensas a realizar suposiciones realistas y conservadoras que los hombres en su business plan. Su riesgo es, por así decir, controlado. Aun así y según el coautor del estudio, Matt Krentz, comenta que ese atrevimiento "puede ser recompensado debido a la mentalidad de algunos inversores de capital de riesgo".
También ha resaltado su perseverancia, capacidad de adaptación e insistencia en conseguir retroalimentación para crecer. Tienden también a ser más transparentes.
El perfil
El estudio ADN del Emprededor de Hiscox, una compañía aseguradora especializada en emprendedores, analizó en detalle los nuevos comportamientos de los propietarios de PYMES en seis países claves: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda y España. En 2017, el análisis de los comportamientos de 1.550 mujeres han permitido definir un perfil global.
En España, más de 4 de cada 10 (46%) empezó su negocio cuando era menor de 29 años. En el resto de países antes de los 29 años solo se creó el 32% de los negocios. Por otro lado solo el 3% de las emprendedoras españolas inició su empresa con más de 50 años, un dato muy inferior a la media de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Holanda que supera el 12%.