En los anteriores episodios de Hermanos, vimos como Süse estuvo a punto de perder la vida, luego de ser atropellada por un coche. Por fortuna, los médicos lograron salvarle la vida y Ogulcan acordó con ella que no le dirían nada a Tolga sobre cómo se sucedió la muerte de Leyla.
Después de que su video musical se volviera viral, los chicos se vuelven famosos. Los compañeros de clase les piden fotos y algunos hasta se atreven a pedirles citas. Los Eren y sus amigos están viviendo la buena vida gracias al éxito. Pero esa felicidad no dura mucho. Y es que parece que las desgracias siempre persiguen a los Eren y, también, a sus amigos.
Al día siguiente, el grupo entero va a ver al productor musical que los contactó, y este les pide 60,000 liras para grabar su canción en un estudio profesional. Doruk intenta conseguir el dinero de su madre, pero ella se niega a dárselo. Así que los chicos se ponen a trabajar como burros. No les queda de otra si quieren reunir todo el dinero que les piden
Akif, que ha montado un casino clandestino en el sótano del club, les ofrece a Ogulcan, Ömer y Sarp trabajar como aparcacoches para los clientes del lugar. Una noche, la policía, avisada por Sevval, aparece y hace una redada. La sorpresa llega cuando Akif muestra a los agentes un papel donde Ogulcan, Ömer y Sarp figuran como los propietarios del local. Resulta que el supuesto contrato que Akif les hizo firmar a los jóvenes no era más que un timo...

Por otro lado, Ahmet descubre que Sevval le tendió una trampa y envió fotos manipuladas y comprometedoras de ellos dos a Süzan. Sin dudarlo, Ahmet echa a Sevval de casa y trata de arreglar las cosas con Süzan. Pero eso resulta ser más complicado de lo que pensaba.
Mientras tanto, Sengül intenta ganar popularidad en las redes sociales grabando sus propios videos de cocina. Además, Berk se entera de la triste historia de Elif y comienza a sentir simpatía por ella. Incluso Ayla le regala algo de ropa a la joven.