Ahí vamos con la telenovela turca que está triunfando en Mitele y que se ha convertido en una de las ficciones más vistas de la plataforma de Mediaset. En serio, de tú a tú, como si fueras mi amiga. Por si una noche no sabes que ver y necesitas echar de tu cuerpo alguna que otra lágrima, en El juego de mi destino está todo lo que buscas. Coge papel y boli, que te explico de qué va esta serie. Un dramón de los buenos.
Con un elenco de lujo encabezado por Öykü Karayel, Akin Akinozü y Sarp Apak, esta serie ambientada en la región turca de Amasya te engancha con su relato emocionante de amor maternal, romances y lucha contra la adversidad. Y no es solo un éxito en la pantalla pequeña, sino que también está arrasando en el mundo digital. El primer episodio tuvo 4 millones de visualizaciones en YouTube en menos de una semana. Una locura total que no te puedes perder.
La ficción narra la historia de Asiye, una madre soltera dejada en la estacada por su esposo y decidida a luchar por los suyos. Desde su juventud, la pobre ha tenido que lidiar con un montón de desgracias, desde que su primer amor y padre de sus hijos, Cemal, la abandonara. Pero el drama no termina ahí. Su hija Nergis se ve envuelta en una situación terrible cuando un vecino intenta abusar de ella, y ella termina matándolo en defensa propia. Vaya tragedia.

En medio de todo este caos, aparece Mahir Derminhan, un chico guapo y buena gente que les tiende una mano y los lleva a la mansión de su familia. Pero aquí viene lo más jugoso: resulta que uno de los habitantes de esa mansión es nada más y nada menos que Cemal, el ex de Asiye, que ahora está casado con Helin, la hija del patriarca de la poderosa saga Derminhan. El mundo es un pañuelo.
Así que aquí estamos, con Asiye y sus hijos viviendo bajo el mismo techo que su ex mientras se refugia bajo el ala protectora de Mahir. Entre traiciones, celos y emociones a flor de piel, Asiye intenta dejar atrás el drama del pasado y encontrar la felicidad para ella y los suyos. Vaya lío. Pero bueno, eso es lo que nos encanta de las telenovelas, ¿verdad?