Con el transcurso del tiempo, observamos cómo se desvanecen los tabúes en torno a la salud mental, tema del que se habla con mayor apertura y franqueza, incluso por parte de personajes relevantes como Sharon Stone.

La sinceridad con la que figuras públicas abordan estas dolencias ha sido fundamental para visibilizarlas y lograr convertirlas en un tema tratado con la misma normalidad que cualquier otra enfermedad. Recientemente, Sharon Stone se ha sumado a este movimiento al hablar abiertamente sobre sus propios problemas mentales en una entrevista.

Hace 25 años Sharon Stone sufrió un aneurisma que trató de ocultar por todos los medios por temor a perder oportunidades laborales. Esto le afectó enormemente a nivel emocional y le causó una inseguridad que derivó en problemas de salud mental.
La actriz ha estado batallando contra estos problemas desde entonces manifestando que son mucho más habituales de lo que parecen ya que una de cada diez personas atraviesa por una crisis mental en algún momento de su vida.

Para Stone en estas circunstancias el perdón a ti misma es muy importante para seguir adelante: "tienes que levantarte, recomponerte y seguir avanzando y lograr el perdón instantáneo para ti mismo". Estas son las conclusiones a las que había llegado personalmente durante su lucha contra la enfermedad.

Stone destaca que hay miles de personas en todo el mundo enfrentándose a sus propios demonios, incluida ella misma. El primer paso para la recuperación es la aceptación y compartir la experiencia con los demás.
La actriz también revela que algunas experiencias laborales contribuyeron a sus inseguridades, como las presiones en los rodajes. Algunas de las que ha vivido en ciertos capítulos de su vida laboral fueron muy fuertes y podrían haberla afectado negativamente.

No hace mucho en una entrevista con una revista americana, la actriz comentaba que en uno de los momentos más duros de su vida profesional fue presionada por parte del productor con el trabajaba para que se acostara con su pareja en la cinta, Billy Baldwin. Era el año 1993 y Stone rodaba la película Silver producida por Robert Evans.

Sharon tenía fama de ser difícil, pero para el productor de la película Robert Evans, era normal su petición y su insistencia de que de que debía mantener relaciones íntimas con Billy Baldwin, el actor con el que protagonizaba la película.
Tal y como ha contado la propia estrella, el "objetivo" del cineasta era lograr una "mejor química y salvar la película".
Sharon Stone detalla que según el razonamiento del productor debía acostarse con Billy Baldwin "porque si me acostaba con él, la actuación de Billy mejoraría, y necesitábamos que mejorara en la película porque estaba siendo un problema".