El matrimonio entre el futbolista Álvaro Morata (31 años) y la modelo e influencer italiana Alice Campello (29) ha llegado a su fin, sorprendiendo a muchos que consideraban su relación como una de las más estables del ámbito nacional. Tras ocho años de relación y cuatro hijos en común, la pareja ha decidido tomar caminos separados, confirmando los rumores que habían circulado durante horas el lunes 12 de agosto.
A pesar de las románticas imágenes que compartían en redes sociales, especialmente después de la victoria de España en la Eurocopa donde Morata fue capitán, la realidad ha demostrado ser diferente a la que mostraban las idílicas fotografías que publicaban en sus perfiles. Poco después de estas románticas imágenes la pareja decidía tomar caminos diferentes.

La separación no solo afecta a la vida personal de ambos, sino también a los numerosos aspectos que compartían como pareja, incluyendo negocios y propiedades. Con cuatro hijos que han sido el centro de sus vidas, ahora tendrán que afrontar la distribución de su patrimonio, que incluye una lujosa vivienda en Madrid.
Esta casa, ubicada en La Finca, una de las zonas más exclusivas de Europa, cuenta con todas las comodidades necesarias para una familia como la suya. Se estima que su valor supera los cuatro millones de euros, una cifra que ha crecido con las mejoras realizadas a lo largo de los años.
Según informan varios medios, además del hogar familiar, la pareja compartía intereses en varios negocios. Uno de los más destacados es Tamora Housing Investments SL, una empresa inmobiliaria fundada por Morata en 2012 junto a su padre. Recientemente, la sociedad experimentó una reestructuración que colocó a Campello como administradora. Con un capital social de 3.497.239 euros, el futuro de esta empresa ahora es incierto.
Otro proyecto compartido es Lifeners Partners Agency SL, una agencia dedicada a la representación de artistas, deportistas y la gestión de derechos de imagen, fundada en 2020. Ambos son administradores solidarios de esta compañía, cuyo destino también se encuentra en el aire tras su separación.
Por su parte, Alice Campello ha demostrado ser una empresaria exitosa con la creación de MASQMAI, una marca de cosmética natural fundada en 2017. Esta empresa cruelty free, que promueve prácticas sostenibles y saludables, ha ganado popularidad globalmente, con un patrimonio que en 2022 ascendía a más de 1,3 millones de euros. Campello también ha incrementado su visibilidad gracias a las campañas publicitarias que protagoniza y su activa presencia en redes sociales.
En cuanto a Morata, su visión empresarial quedó nuevamente demostrada en enero pasado cuando se convirtió en uno de los principales accionistas de la cadena de pastelerías Manolo Bakes, invirtiendo 60 millones de euros para asegurar su posición como máximo responsable. Este movimiento refuerza la imagen de Morata como un hombre con un agudo sentido para los negocios, más allá de su carrera futbolística. Ahora, el tiempo dirá cómo gestionarán sus múltiples compromisos y responsabilidades compartidas mientras inician nuevos capítulos en sus vidas por separado.