La actriz Alba Brunet se ha convertido en una figura destacada dentro del panorama de los melodramas españoles, en gran parte gracias a su memorable interpretación en la serie Sueños de Libertad. Sin embargo, su trayectoria en la televisión comenzó mucho antes, con un papel en una de las ficciones más exitosas de Televisión Española (TVE): Acacias 38. Esta serie de época no solo cautivó al público español durante su emisión, sino que, hoy en día, sigue siendo accesible para audiencias de todo el mundo a través de la plataforma digital RTVE Play.
Acacias 38 nos transporta a finales del siglo XIX, a un edificio señorial donde las vidas de cuatro familias burguesas se entrelazan con las de sus criadas. La serie se estrenó en prime time el 15 de abril de 2015 con un capítulo especial de mayor duración, en el que los espectadores conocieron a Manuela, una joven que, huyendo de su pasado, se introduce en este universo lleno de secretos y pasiones. A partir de ese momento, la serie continuó con su emisión diaria a las 16:30 en La 1, consolidándose rápidamente como un fenómeno televisivo.
Creada por un equipo de guionistas talentosos como Susana López Rubio, Aurora Guerra, Miquel Peidró y Josep Cister, Acacias 38 se destaca por su narrativa cálida, cercana y profundamente emocional. A lo largo de sus 7 temporadas y más de 1.400 episodios, la serie exploró temas universales como el amor, los celos, la venganza y las pasiones desenfrenadas, lo que la hizo resonar con una amplia audiencia.
Entre las familias que habitan este acaudalado barrio ficticio destacan los Hidalgo, compuestos por Rosina, su esposo Maximiliano y su hija Leonor, interpretada por Alba Brunet. Los Hidalgo, aparentemente prósperos, esconden un oscuro secreto: han perdido su fortuna. Desesperada por recuperar su estatus, Rosina urde un plan para casar a su hija con Claudio, un pretendiente adinerado. No obstante, Leonor, una joven seria y amante de la lectura cuyo sueño es convertirse en escritora, está enamorada de Pablo, un humilde repartidor. Este amor prohibido entre Leonor y Pablo se convierte en un reflejo de los estrictos convencionalismos sociales de la época, ofreciendo a los espectadores un relato lleno de tensión y romanticismo.
