El esquí ha sido históricamente un deporte de élite. Durante años, solo las esferas más altas de la sociedad han tenido acceso a un deporte que siempre ha estado ligado al glamour. Por ello no es de extrañar que las principales casas reales europeas sean grandes aficionadas de esta disciplina, elijan las pistas más selectas del viejo continente para pasar unos días en familia y, ya de paso, mantenerse en forma y trasmitir tan distinguida afición a las nuevas generaciones de royals. Los reyes de la actualidad son también los reyes del hielo y estas son algunas de sus estaciones favoritas.
La familia real inglesa: en el continente se esquía mejor
Los británicos tienen fama de ser muy especiales en sus costumbres. En muchas cosas, como en la conducción o en el sistema métrico, tienen su propia forma de hacerlo lo que ha provocado que, aunque sean todavía parte de Europa, a veces la hayan mirado con cierto desdén. Sin embargo, hay excepciones que confirman la regla y una de ellas se da a la hora de esquiar. Claramente, para la familia real británica, en la Europa continental se esquía mejor que en la isla, por mucho que el príncipe Carlos y Camilla se suban a veces hasta Balmoral para practicar este deporte.

El destino favorito entre los Windsor suele ser Francia y Suiza. Por ejemplo, los duques de Wessex suelen acudir la localidad suiza de St. Moritz. El príncipe de Gales, junto a sus hijos, incluso en compañía de Lady Di, ha visitado durante muchos años la localidad de Klosters en el país de los cantones. Ya el príncipe Andrés y sus hijas, Beatriz y Eugenia, van a Verbier, en el mismo país. La madre de las princesas, Sarah Ferguson, es tan aficionada al esquí que en sus años mozos trabajaba temporadas en un hotel para poder costearse las caras vacaciones en la nieve. Más recientemente, los duques de Cambridge han sido vistos en la nieve junto a sus hijos, George y Charlotte, en a localidad francesa de Courchevel. Sin duda, una familia muy aficionada a este deporte.
El 'Benelux' dividido entre Suiza y Austria
Las familias reales del 'Benelux'- Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo- son también grandes amantes de los descensos en la nieve, pero no siempre eligen las mismas estaciones. Se podría decir que las tres familias se dividen entre Suiza y Austria, ya que suelen acudir a un sitio o a otro, dependiendo del año. Los más fieles a las pistas austriacas son los holandeses. Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda suelen acudir a la localidad de Lech. Algo que también han hecho los miembros de la familia real de Luxembugo. Ya los reyes de los belgas, Felipe y Matilde, prefieren la localidad suiza de Verbier, al igual que los príncipes herederos de Dinamarca, Federico y Mary Donaldson.
Suecia y Noruega: unidas a la hora de esquiar

Las monarquías escadinavas siempre se han mostrado muy bien avenidas. En los últimos años, Haakon y Mette Marit de Noruega junto a sus hijos, y los príncipes herederos de Suecia, han coincidido a la hora de elegir estación de esquí. Trysil, en Noruega, parece claramente la favorita de ambas familias para practicar este deporte.
Los Borbones: entre Baqueira y el pirineo aragonés

En la familia real española siempre ha habido afición por el este deporte. En tiempos del reinado de Juan Carlos I, parte de las vacaciones de Navidad y de Semana Santa eran pasadas en la estación de Baqueira- Beret. Hasta allí viajaban los reyes, sus hijos y respectivas parejas e hijos. Con el tiempo, y tras el escándalo del Caso Noos, la tradición se ha ido diluyendo. En los últimos años se ha podido ver a Felipe VI esquiando en el pirineo aragonés: Formigal y Cerler están entre sus estaciones favoritas.
Los reyes eméritos en Baqueira
Don Juan Carlos y doña Sofía han sido sempre grandes esquiadores y no perdonaban un invierno sin pisar las pistas de Baqueira.

Los reyes de los Países Bajos y sus hijas en Austria
Lech, en Austria, es la estación favorita de los reyes de los Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima.

El príncipe Carlos y sus hijos, William y Harry
Klosters, en Suiza, ha sido historicamente la estación favorita de los royals británicos.

La duquesa de York y sus hijas
A Sarah Ferguson le gusta tanto esquiar que en su juventud trabajaba por temporadas en un hotel haciendo camas para poder costearse sus vacaciones en Verbier, Suiza.

La familia real de Suecia: grandes amantes del esquí
Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, al igual que la princesa heredera, Victoria, son grandes aficionados al esqui.

La familia real belga
Los reyes de los belgas suelen ir cada año a esquiar junto a sus hijos.

Mette-Marit de Noruega
La futura reina de Noruega esquía desde muy pequeña.

Haakon de Noruega
El heredero al trono de Noruega comparte com su esposa su amor por el esquí.
