El año no ha podido dar comienzo de una manera más agitada para los Windsor. Por si fuera poco, después del escándalo sexual en el que se vio envuelto el duque de York, Buckingham vuelve a estar en el punto de mira. Esta vez los Sussex han acaparado todas las miradas por el comunicado que emitieron renunciando a su status como miembros “senior” de la Familia Real Británica.
La decisión no gustó ni a la abuela del príncipe Harry, que quedó “profundamente herida” al no haberse enterado antes de la noticia, ni al príncipe Guillermo, que sentirá un gran vacío al no poder contar con su hermano de la misma manera que hasta ahora.
Una iniciativa tan complicada tendría unas consecuencias. Por ello, hoy mismo el príncipe Harry ha tenido una reunión en Sandringham junto a todos los pesos pesados de la Corona, entre ellos su abuela, que tiene dudas sobre si la pareja podrá dañar a la Familia Real en un futuro.
A pesar de que la decisión fuera conjunta, Meghan Markle no pudo asistir a la cita y regresó a Canadá para que quedarse al cuidado del pequeño Archie. La “escapada” ha podido hacerse más real gracias a Frank Giustra, gran amigo de los Clinton y cofundador del estudio de Hollywood Lionsgate. El empresario es el dueño de la mansión costera canadiense en la que los Sussex podrán rehacer su vida tras las tensiones con la Casa Real Británica.
No obstante, la exactriz no ha dejado del todo solo a su marido y también estará al tanto de los temas que se traten en la junta familiar gracias a una teleconferencia. Tras llegar a un acuerdo, se espera que el príncipe Harry vuelva junto a su mujer a la residencia de Canadá. Aunque no se sabe por cuánto tiempo, se espera que los Sussex elijan el país norteamericano para asentarse durante los próximos años.
