El pasado 8 de enero, el príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, decidieron desvincularse por completo de la familia real británica y empezar una vida totalmente diferente en el continente americano, concretamente en Vancouver, Canadá.
Tras abandonar sus deberes monárquicos, una de las decisiones que la pareja tomó junto a la casa real fue la de registrar la palabra ‘Sussex Royal’ para evitar cualquier tipo de plagio a la hora de nombrar cualquier proyecto empresarial. Si bien en ese momento acordaron que no iban a utilizarse de ello, han faltado a su palabra.
Desde que los duques de Sussex comenzaron su nueva vida, también empezaron a utilizar el nombre ‘Sussex Royal’ para promocionar las actividades que realizaban fuera de palacio, de cara a poder independizarse económicamente de la realeza, faltando así al acuerdo al que llegaron con Isabel II. Además, también llamaron así a su cuenta de oficial de Instagram, donde comparten su vida profesional con sus ‘followers’.
Esta primavera, el matrimonio tenía previsto inaugurar una Fundación Benéfica con este nombre con el que parecía que iban a poder tener bastantes ingresos económicos y es que el término ‘royal’ es atractivo y atrae mucho público. Para evitarlo en demasía, Reino Unido tuvo que implementar reglas más estrictas para poder utilizarlo y ahora han prohibido por completo que el príncipe y la actriz puedan lucrarse a costa de utilizar el término ‘Sussex Royal’ y anunciarse con el mismo.

El lanzamiento del proyecto de la fundación estaba previsto para esta primavera, pero todo apunta a que tendrán que retrasar la fecha de estreno hasta que consigan proponer un nombre alternativo que llame la atención y que les caracterice.
Después de este ‘castigo’ de la reina hacia Harry y Meghan , muchos británicos han bromeado a través de las redes diciendo que Isabel ha prohibido a la pareja utilizar el nombre ‘Sussex Royal’ porque sabe que la marca de ropa ‘H&M’ ya está registrada en el mercado empresarial y, de esta manera, como es habitual en mucho de los casos, no podrán recurrir a sus iniciales como nombre de la empresa.
1230149612939378689El ‘rebranding’ que tiene que realizar el matrimonio no es una tarea fácil. Desde el nombre de su cuenta de Instagram, donde acumulan más de 11 millones de seguidores, hasta su página web oficial u objetos de ‘merchandising’ con esta denominación, van a tener que ser modificados.