Don Juan Carlos cumplió ayer 85 años, celebrando así su tercer cumpleaños en Abu Dabi. La víspera del Día de Reyes era una fecha muy alegre para la Familia Real española, por un lado se celebraba el cumpleaños del monarca y por otro los pequeños de la casa amanecían rodeados de los regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar. El Rey Felipe y las Infantas estaban ilusionados por la llegada de los Reyes Magos como cualquier niño de su edad. El Palacio de la Zarzuela se decoraba hasta la bandera con árboles de Navidad y distintos adornos típicos de estas señaladas fechas. Los exteriores se decoraban también y en la ermita se colocaba un Belén y flores de Pascua.

La realeza española pasaba las vacaciones de Navidad en Zarzuela, donde los niños eran los grandes protagonistas de la noche de Reyes. Las Infantas Elena y Cristina junto al heredero al trono, recibían a los Reyes Magos en la puerta del Palacio. Era habitual que la Reina Federica acompañara a doña Sofía y a sus nietos, para después regresar a Zarzuela. El periodista y escritor Juan Balansó, explicaba algunos detalles de la celebración del Día de Reyes en Zarzuela. Según cuenta en sus libros, los empleados de Palacio se encargaban de colocar los juguetes y los globos en uno de los salones donde previamente los niños habían dejado los zapatos. Una costumbre que continúan las hijas de los Reyes eméritos, y por el momento se desconoce si don Felipe y doña Letizia han inculcado esta tradición la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía.

Felipe, Cristina y Elena dejaban sus zapatos tras escribir la carta con sus deseos. El Palacio de la Zarzuela recibía grandes cantidades de regalos para los tres hermanos, ya que muchas empresas españolas, preferentemente de Valencia, enviaban sus productos para los jóvenes royals. Sin embargo, el actual monarca y sus hermanas no podían disfrutar de ellos, ya que debían entregarlos para que se repartieran entre los niños que se encontraban en situaciones desfavorecidas. La Reina Sofía contó a Pilar Urbano que tuvo que castigar a su hijo Felipe porque no entraba en razón, tras una rabieta relacionada con un balón de reglamento y una bicicleta que quería quedarse sí o sí. En el Día de Reyes también llegaban trajes regionales de distintas partes de España o de diferentes oficios. En una ocasión, doña Elena y doña Cristina aparecieron vestidas de enfermeras y don Felipe escogió el disfraz de astronauta.

La prima Alexia tenía gustos similares al de las Infantas, y en una ocasión las tres niñas recibieron el mismo regalo. Se trataba de un aspirador verde que imitaba la última tecnología en electrodomésticos. Antes podíamos ver en imágenes a los royals disfrutando de estas fechas, algo que parece imposible con la Infanta Sofía y su hermana Leonor. Nunca se ha visto a las hermanas disfrutando de la cabalgata de Madrid, tan solo en una ocasión se filtró una fotografía hecha por un ciudadano, en la que se podía ver a la hija pequeña de los Reyes a hombros de su padre. Ambos disfrutaban sonrientes de la cabalgata que recorre la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, regalándonos la única imagen disfrutando del evento como cualquier niño. Cuando todo iba bien y la familia seguía unida, celebraban juntos el cumpleaños de don Juan Carlos y, al día siguiente, el monarca se encargaba de presidir la Pascua Militar. Los yernos de los Reyes eméritos, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdagarin, se unieron a las tradiciones tras contraer matrimonio con las Infantas. El escenario ha cambiado radicalmente por desgracia para los royals. Don Juan Carlos celebró ayer su tercer cumpleaños lejos de su familia y de su país, la Infanta Cristina se acaba de separar de manera poco amistosa, y su hermana Elena está rodeada de rumores que indican que está atravesando el peor momento en la relación con su hija, Victoria Federica. Desde que salió a la luz el caso Nóos y la participación de los exduques de Palma en dicha trama, los lazos familiares de los royals han ido desapareciendo poco a poco.