De Victoria Federica a Andrea Casiraghi: tatuajes y realeza, una combinación arriesgada pero llena de estilo

No hay una regla escrita sobre los tatuajes en las familias reales, pero da la impresión que cuanto menos mejor. Sin embargo, no son pocos los miembros de la realeza que lucen en su cuerpo alguno de estos dibujos para sorpresa de muchos y disgusto de algunos pocos familiares, claro está. Tatuajes hay en casi todas las casas reales, incluso en la española, donde hay sorpresas.

La familia real inglesa va por libre

Los ingleses siempre a su aire. Moneda distinta, sistema de peso diferente, conducen por la izquierda... Lo mismo pasa con los tatuajes. Mientras muchas casas reales tienen miembros que tienen uno o varios, en la casa de Windsor, al menos que conste, nadie los lleva. Lo más cerca que han estado han sido Camilla, Kate y Meghan que han tenido las manos pintadas de henna por motivo de algún viaje donde hay tradición. Salvo eso, las mujeres de la casa real británica parecen huir de la moda “tattoo” como un gato del agua.

Sofía de Suecia y Federico de Dinamarca, unidos por los tatuajes

Las monarquías nórdicas siempre han tenido fama de ser más avanzadas y abiertas. Quizá por ello, a nadie le haya chocado queSofía de Suecia, la esposa del príncipe Carlos Felipe tenga varios tatuajes en su cuerpo. Más sorprendente es el caso del príncipe heredero de Dinamarca. Federico tiene un tatuaje en su pierna que solo se le ve en verano y se va en bañador o en pantalón corto.

Mónaco y los tatuajes: cuestión de familia

En Mónaco todo es distinto. Si los Windsor todo lo esconden, los Grimaldi todo lo muestran. La casa real monegasca es la que más miembros tiene luciendo ese tipo de ornamento corporal. En un total, y que se sepa, son cuatro: Estefanía y dos de sus hijos, Pauline y Daniel y Andrea, hijo de la princesa Carolina. Este último luce además el más grande de todos.

España: Victoria Federica sigue los pasos de su bisabuelo

En España no íbamos a ser menos y los Borbones cuando lucen tatuajes, los lucen de verdad. Victoria Federica, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar tiene uno bastante pequeño en una de sus muñecas. La joven aristócrata sigue así los pasos de su bisabuelo, don Juan de Borbón, quien lucía orgulloso y muy a gala sus tatuajes de “marine”. Cuando llegaba el verano, era habitual ver al padre de don Juan Carlos lucir su icónico “tattoo” en el brazo en forma de serpiente. Si alguien pensó que esto de los tatuajes era algo de los royal más jóvenes, don Juan es el ejemplo de que no podrían estar más equivocados.