Dos generaciones y un vestido: el look de la reina Letizia que rescata 40 años después el modelo blanco de Valentino que ya lució la reina Sofía

La royal ha dado nueva vida a un vestido blanco de la firma italiana que perteneció a la reina emérita, customizándolo dos décadas después para un evento especial.

En el fascinante mundo de la moda, algunas piezas trascienden el paso del tiempo y se convierten en verdaderos símbolos de elegancia, historia y, en ocasiones, de conexiones familiares. Este es el caso del icónico vestido blanco de Valentino que la reina Letizia lució en la entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2022-2023, un diseño que no solo tiene un valor estético indiscutible, sino que también encierra una historia de legado familiar. 

La reapropiación de una pieza legendaria

La reina Letizia ha demostrado a lo largo de los años su habilidad para reinterpretar la moda y dar nueva vida a prendas con una historia significativa. En esta ocasión, el vestido blanco que lució durante la ceremonia en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía tenía un origen inesperado: pertenecía a su suegra, la reina emérita. Lo que parecía ser una pieza desconocida, se reveló como un diseño de Valentino datado de los años 80, cuidadosamente restaurado y customizado por la royal para adaptarse a los tiempos actuales.

La Reina Letizia con el vestido blanco de Valentino - GTRES

Conocido como uno de los diseñadores más emblemáticos de la moda italiana, ha sido sinónimo de sofisticación y elegancia durante décadas. El vestido en cuestión, que combina un crepé blanco con bordados florales y aplicaciones de guipur con abalorios plateados, es una muestra de la maestría del diseñador en el uso de tejidos nobles y detalles minuciosos. Este tipo de diseño no solo es un testamento a la artesanía de la firma de lujo, sino también a la capacidad de la reina Letizia para hacer de una pieza histórica una declaración de moda contemporánea.

La Reina Letizia con el vestido blanco de Valentino - GTRES

A la hora de combinarlo, también abogó por accesorios que resaltaran su actualidad, como unos mules con tacón sensato metalizados y talón descubierto, así como unos pendientes brillantes sencillos y un bolso de mano plateado. Su clásica melena suelta y lisa, restaba formalidad al conjunto, dándole un toque más moderno. 

Un homenaje a la reina Sofía

El hecho de que la reina Letizia eligiera este vestido específico para un evento tan significativo como los Premios Nacionales de Cultura no fue casualidad. La ceremonia tuvo lugar en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, un espacio emblemático que lleva el nombre de su suegra, lo que convirtió su elección en un homenaje de admiración y respeto hacia ella. Es importante señalar que el vestido fue diseñado originalmente para un evento de gala de alto nivel en 1984, cuando la reina Sofía lo estrenó durante una cena de Estado en honor al presidente argentino Raúl Alfonsín.

La reina Sofía con el vestido blanco de Valentino en 1984 - GTRES

El primer "reciclaje" real de Letizia

El gesto de recuperar y restaurar este vestido no es una ocurrencia aislada. De hecho, es el segundo vestido de Valentino de la reina Sofía que la reina Letizia rescata y personaliza para su propio guardarropa. En 2022, en una recepción al cuerpo diplomático, Letizia lució otro diseño de Valentino, un vestido que Sofía había llevado en 1977, durante una visita de Estado a Alemania. Este "reciclaje" de prendas, una práctica cada vez más común en la moda sostenible, no solo honra el legado de la reina emérita, sino que también demuestra el respeto de Letizia por la historia y el valor de la ropa.

El vestido reciclado de Valentino que la Reina Letizia lució en 2022 - GTRES

Eso sí, eso no significa que la actual royal no los adapte a los tiempos actuales y su propio gusto. Aunque en el caso del vestido con falda verde no le hiciera ninguna modificación, el vestido blanco si que tuvo algunos cambios. En lugar de conservar la longitud original, más larga y con una falda plisada, Letizia decidió acortarlo a una versión midi, adaptándolo a un estilo más moderno y acorde con los tiempos actuales. Además, se cambió la ubicación de los bordados, trasladándolos del área de la cintura al bajo del vestido, lo que le dio un toque de frescura y renovada sofisticación.

La reina Sofía con el vestido de Valentino en 1977 - Gettyimages

Este intercambio de prendas no solo es un símbolo de buena relación familiar, sino también una lección de sostenibilidad en la moda. Al reaprovechar vestidos que han sido cuidadosamente conservados y adaptados a nuevos contextos, ambas reinas contribuyen a un modelo de moda más consciente y una lucha contra el desperdicio y la obsolescencia.

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