Seguro que todas tenemos en la memoria aquel 19 de mayo de 2018, cuando Meghan Markle y el Príncipe Harry se dieron el sí quiero ante Inglaterra y el mundo entero. Un enlace que se estima que siguieron casi dos millones de espectadores a través de la televisión y que nos dejó no uno, sino dos vestidos de novia. Y es que además del diseño de Givenchy escogido para la ceremonia, la duquesa de Sussex optó por un segundo vestido de Stella McCartney para la recepción del príncipe de Gales.
En esta recepción, a la que solo estaban invitados 200 familiares y amigos cercanos (de los 600 asistentes a la ceremonia previa), la acudió con un vestido con cuello halter y espalda al aire que si bien mantenía la elegancia propia de la casa real británica, también escondía cierto aire de Hollywood, una oda a la faceta actoral de Meghan Markle. Así como un recuerdo a la inolvidable Lady Di, ya que llevaba en el dedo uno de sus anillos.

Esta semana, casi seis años después, Meghan Markle ha querido hacer un guiño estilístico al día de su boda. Y es que la duquesa de Sussex ha reaparecido junto al Príncipe Harry en la 32º edición de los ESPY Awards, los premios del deporte estadounidense, con un vestido que recordaba mucho a el segundo vestido de novia del que hemos estado hablando.
Meghan Markle recupera su segundo vestido de novia

Esta vez, eso sí, no se trata de un diseño de Stella McCartney sino de Oscar de la Renta. Con un look beauty que casi recrea a la perfección el de aquel 19 de mayo de 2018, con un moño bajo y un maquillaje natural, la duquesa de Sussex ha demostrado que cuando un estilismo es elegante y atemporal, puede volver a apostarse por él sin importar cuánto tiempo pase.

Uno de los premios entregados durante la noche fue, de hecho, al Príncipe Harry. Este recogió el premio Pat Tillman de los ESPY Awards por su implicación en los Juegos Invictus, unos juegos internacionales que él mismo creó en 2014 para ayudar a los veteranos de guerra y heridos militares en acto de servicio.