Vivir en la capital tiene sus cosas buenas y malas, como (casi) todo en la vida. Una de las infinitas virtudes de Madrid es que está rodeada de pueblos con encanto que nos permiten desconectar de la ciudad en menos de una hora en coche. Además, en líneas generales, esta gran ciudad ofrece una serie de conexiones en tren que nos permite viajar sin la necesidad de tener el carné de conducir.
Escapar del bullicio de Madrid y disfrutar de la paz de una localidad pequeña es posible en Buitrago de Lozoya, un municipio situado a los pies de la sierra de Guadarrama, en el norte de la Comunidad de Madrid. El río Lozoya, que circunda la localidad, es el principal atractivo de este pueblo que apenas llega a los 2.000 habitantes. Según Google Maps, de la Puerta del Sol a Buitrago de Lozoya hay exactamente 59 minutos en coche. También se puede llegar en transporte público, un punto a tener en cuenta si no tenemos coche o moto.

Durante los años que viví en Madrid, me dejé caer por este pueblo en un par de ocasiones y cada visita mereció la pena. Buitrago de Lozoya destaca por su patrimonio y monumentalidad, además de por su precioso entorno natural y su excelente gastronomía. Asimismo, es apto para visitar en un día si tan solo quieres ver lo esencial de esta localidad y prefieres dormir en casa.

Esta villa medieval desprende un carácter muy particular, ya que está rodeada por una histórica muralla. El casco histórico de Buitrago del Lozoya brilla por su belleza, al igual que la Iglesia de Santa María del Castillo y la popular Torre del Reloj. El Castillo de los Mendoza, una construcción defensiva con origen entre los siglos XIV-XV, es uno de los monumentos más destacados.

Pasear por Buitrago de Lozoya es un viaje al pasado que conquista, en especial, a los amantes del senderismo y la naturaleza. La Senda de las Gariñas, la Senda del Embalse del Riosequillo o la Senda del Cerro de Cinco Villas son algunas de las rutas que se pueden realizar en esta zona. Además, el río Lozoya se puede cruzar con piraguas, un planazo para los meses de primavera y verano.
En mi caso, he disfrutado de Buitrago de Lozoya en su versión soleada y en un día de lluvia, ambos escenarios dotan a esta localidad de un particular encanto. Sin lugar a dudas, acercarse a este pueblo es un plan genial para familias, parejas o para una jornada en solitario.