A pesar de la felicidad que embargaba a la pareja, María confiesa que el nacimiento de la niña no fue un camino fácil. En sus redes explica cómo enfrentó el desafío de su tercera cesárea.

Con serenidad y confianza en el equipo médico, la actriz se sumergió en el quirófano, consciente de los riesgos que implicaba el procedimiento pero enfocada en el valioso tesoro que le esperaba.
La actriz ha desvelado un detalle que hasta ahora no se sabía y es que su hija había nacido "velada". Un parto velado es el que la bolsa amniótica, que contiene las aguas, no se rompe, y el bebé nace sumergido en el líquido amniótico envuelto en la bolsa, a modo de 'velo'.

En un relato que ha emocionado a todos sus seguidores, María explica con detalle los riesgos que afrontaba en aquel momento y de los que era completamente consciente.
Las terceras cesáreas "no son de las operaciones favoritas de médicos y anestesistas. El útero debe contraerse, nada más “despegarte” al bebé de las entrañas…y cuantas más cicatrices tenga, puede que esa función se vea disminuída…y en ese caso poco más pueden hacer que esperar, y tener bolsas de transfusión por si... Por suerte allí se quedaron las mías, intactas, porque todo salió como se esperaba…”

A pesar de estar dormida de cintura para abajo, María asegura que podía notar todo. Dolor no, pero sí el resto y lo detalla con claridad: "Quién ha vivido una cesárea, sabe que se siente absolutamente TODO! No duele (eso ya tiene lugar después…)"
Según María "percibes el olor de tu piel quemada, mientras se adentran capa tras capa en tu ser…. Percibes la tensión y concentración de todo el personal presente, que es mucho…. Sientes los tirones tratando de despegar una vida de la tuya propia…”

Y tras tirar y tirar para “despegarla” de mi, la bolsa estalló, el “ohhhhhhh” rompió el silencio de la sala, y el llanto de Emma inundó mi corazón…”, En ese momento todo lo que sucedía alrededor carecía de importancia para ella.
"Gracias Emma por elegirme", expresó emocionada, destacando la conexión especial que experimentó durante el proceso. Con la anestesia como aliada y su canción favorita, Cruz de Navajas, resonando en su mente, María se entregó por completo al momento, desconectándose del mundo exterior para conectar con su recién nacida.

Con estas palabras cargadas de emoción y gratitud, María Castro comparte su experiencia maternal, recibiendo el cariño y la complicidad de sus seguidoras en redes sociales, quienes han respondido con más de 58.000 'me gusta' a su conmovedor relato.