Si tienes pensado planear un viaje junto a tus amigas, esto te va a interesar. Te vamos a dar los mejores tips para organizarse y que el plan de chicas sea algo que recordéis toda la vida. ¡Toma nota!
- Selecciona una buena líder
Lo suyo es intentar que una reserve vuelos, alojamiento, transporte y excursiones, ya que por separado, puede convertirse en una pesadilla. Lo mejor es nombrar una persona para que coordine el viaje. Esta necesitará saber y tener en cuenta los gustos de todos los miembros del grupo; tener claro qué actividades no gustan y cuáles os moriríais si dejarais de hacer, y lograr que el viaje cumpla las expectativas de todas. También tendrá que ser capaz de asegurar el mínimo necesario para el grupo, ya sea wifi, aire acondicionado o higiene.
Lo ideal es elegir a alguien con excelentes habilidades de organización, mucha paciencia y que sea buena comunicadora. ¡Ah! Y podría necesitar un importante sentido del humor, ya que puede llegar a convertirse en una tarea bastante ingrata. Tener que soportar la frustración de intentar reunir el dinero para pagar el depósito y tener que adelantar una parte puede resultar estresante. Así que hay que asegurarse de recompensarla por los servicios prestados y las molestias tomadas. Una buena idea es dejarla elegir habitación, aunque un regalo no estaría de más.

Repartir las tareas jugando con los puntos fuertes de cada miembro del grupo. Nombrar a vuestra amiga más foodie investigadora jefe de restaurantes; la que mejor orientación tenga que se ocupe de los mapas y las direcciones; y la puntual que se asegure de que todo el mundo esté en el sitio a la hora prevista. La distribución de funciones específicas hace que todas os sintáis importantes.
- Indecisas, abstenerse
Antes de seguir adelante y comenzar a reservar, es importante saber qué amigas están de verdad a bordo. Y no existe mejor manera para espantar a las indecisas que el vil metal. Lo ideal es pedir a las participantes un primer depósito del 20% del viaje, para saber quién va en serio y quién no.
Establecer una política de no reembolso es un movimiento inteligente en estos casos. Porque si alguien se retira y se lleva su dinero, el viaje se encarecerá para todas, lo que no parece demasiado justo. Lo ideal es establecer un depósito y acordar las cláusulas de posible cancelación –tan flexibles o inflexibles como el grupo quiera–. Y que, solo en el caso de que la persona consiga alguien del gusto del grupo para reemplazarla, pueda recuperar su dinero.

- Suma y ahorrarás
Un bonus inesperado de viajar en grupo es poder conseguir descuentos o extras añadidos por comprar al por mayor. No pierdes nada por pedir la mejor oferta. Pero eso sí, cuanto más personal sea el enfoque, más efectivo resultará. Nuestra sugerencia es contactar telefónicamente con el hotel u operador, en lugar de enviar un correo o reservar online. Siendo un grupo podríais llegar a conseguir hasta un 25% de descuento en los alojamientos, mientras que los precios de las excursiones pueden ser más variables. Si eres capaz de cubrir todas las plazas de una excursión, por ejemplo un microbús con capacidad para 20 personas, esto debería proporcionarte un muy buen descuento. Y no solo eso: también te dará más flexibilidad para personalizar la excursión y afinar según vuestros gustos.

Seguir las webs de viajes y reservas en las redes sociales os dará acceso preferente a las ofertas, descuentos o condiciones especiales, con rebajas frecuentes, que estas páginas suelen anunciar en Facebook, Twitter o Instagram antes que en ningún otro sitio.
- ¡A comer!
Para muchas, devorar su peso en manjares locales es una gran parte del viaje, mientras que otras serán felices picando queso y galletas. Además, está el reto de saciar a una vegetariana/vegana/piscitariana cuando las demás sois carnívoras. Así que lo mejor es comparar las preferencias de comida antes del viaje e incluso seleccionar algunas direcciones imprescindibles. Comer fuera es a menudo la parte más difícil de viajar en grupo, por lo que vale la pena investigar antes y encontrar una selección de restaurantes con los que todas os sintáis cómodas.

Suprime el estrés de tener que tomar aún más decisiones en grupo, reservando unas vacaciones con servicio todo incluido; unas ideales son a bordo de un barco. Al no haber tienda ni supermercado, no existe la necesidad de pensar qué cenar cada noche, ya que es el chef el que decide. Así, la única decisión que deberéis tomar es ¿una copa de Veuve o de Moët? No hay discusión que valga.
- Cuestiones de dinero
No importa lo cercanas o íntimas que seáis, navegar en la procelosa cuestión del dinero es siempre lo más complicado. Para evitar problemas, lo mejor es crear un fondo común. Empezar con 50 euros cada una no supondrá una merma sustancial en vuestro presupuesto y servirá para cubrir desde una entrada a un museo hasta un billete de metro o autobús, pasando por un aperitivo, chuches y hasta alguna comida ligera. Así no tendréis que estar constantemente dividiendo los gastos. Solo tendréis que aseguraros de que ese dinero se usa para cosas comunes. Si alguien del grupo no bebe alcohol, no uséis el fondo común para vinos. Puede parecer puro sentido común, pero nadie quiere acabar la noche discutiendo cuántas copas ha tomado cada una.
Tened en cuenta en ese fondo común una partida para pagar los posibles gastos y comisiones por transferencias o cambios de divisas, especialmente si viajáis fuera de la zona euro.