El drama no da tregua en el último episodio de La Promesa. Tras una operación de alto riesgo, Curro seguía sin dar señales de vida, y Abel estaba al borde de un ataque de nervios temiendo haber usado demasiado éter. Mientras tanto, Cruz y Lorenzo encontraron un rayo de esperanza en medio del caos, al ver cómo su plan de caza fallido podría tener un lado positivo. Cruz, sin perder tiempo, presionó a Pelayo para que le pidiera matrimonio nuevamente a Catalina.
Por si fuera poco, gracias a las maquinaciones de Candela, Simona tuvo un reencuentro emocionante con su hija Virtudes, a quien no veía desde hace años. La reconciliación entre madre e hija fue el punto brillante en medio de tanta oscuridad. Ambas deseaban verse de nuevo y estar juntas otra vez. Ahora solo falta Antoñito.
En el episodio de hoy, la recuperación de Curro coincide con una noticia que sacude los cimientos del palacio: la trágica muerte de Feliciano. Petra y Teresa anuncian con pesar que el joven, abandonado y desatendido, ha fallecido en brazos de su madre. Teresa está inconsolable, al igual que gran parte de los componentes del servicio de palacio. Pía trata de estar cerca de sus compañeras en tan duros momentos.

Mientras tanto, Cruz urge a Pelayo a acelerar la boda con Catalina para sacarla del palacio lo antes posible y evitar que arruine sus planes. Pelayo promete hacer todo lo posible para cumplir con el deseo de la marquesa, que, cada vez, se muestra más nerviosa.
La tensión sigue en aumento entre Manuel y Jana, cuando este último cuestiona abiertamente los sentimientos de la doncella hacia Abel. La recaída de Curro sume a todos en el palacio en una nueva angustia, especialmente a Martina, quien siente que su amado se le escapa de las manos.
Y mientras todos temen lo peor para Curro, el misterio en torno al pasado de Vera toma un nuevo giro después de descubrir en los episodios pasados la gran cantidad de dinero escondido en el desván. Además, todos se preparan para dar cristiana sepultura al cuerpo sin vida de Feliciano.