Los personajes de ficción nos hacen partícipes de sus alegrías y de su dolor. Nos identificamos con ellos hasta el punto de sentir su felicidad y tristeza como propias. Por ello es normal experimentar un sentimiento de orfandad cuando nos abandonan para siempre.
En ocasiones los guionistas utilizan la muerte de un personaje como hilo argumental, otras, son un potente catalizador para provocar reacciones, dar un vuelco a la historia o sorprender al espectador. Algunos de esos momentos tocaron especialmente la fibra sensible del espectador.
La muerte de Poussey, la reclusa de Orange is the new black

A veces la muerte de un personaje nos pilla de sorpresa y es tan inesperada como absurda. Es el caso de la muerte del personaje de Poussey (Samira Wiley), reclusa en la prisión de Orange is the new black. Poussey muere cuando un agente de la prisión la reduce al tratar de ayudar a una compañera.
El vigilante de prisión la arroja al suelo haciendo presión sobre su cuello y espalda sin atender a las súplicas de ella que se está ahogando. Cuando se da cuenta, ya no respira. Una muerte estúpida pero tan parecida a algunas que hemos visto en la vida real últimamente que causó un gran impacto.
El accidente del doctor Dereck Shepherd de Anatomia de Grey

El doctor Dereck Shepherd, protagonista masculino de Anatomía de Grey murió repentinamente en la ficción en un accidente automovilístico. Un trágico final por muerte cerebral para el personaje interpretado por Patrick Dempsey después de más diez años en la serie.
La productora, Shonda Rhimes, decidió acabar con uno de los personajes centrales causando sorpresa y dolor entre todos los seguidores de la ficción. Los fans nunca imaginaron que uno de los personajes más emblemáticos y atractivos de la serie iba a ser eliminado. El capítulo de su muerte es devastador con la protagonista desconectando la máquina que mantenía vivo al amor de su vida.
La ejecución Jhon Coffey en La milla verde.

Película esperanzadora y emotiva que pone el foco sobre la terrible existencia de la pena de muerte. Es un relato lleno de drama y emotividad sobre un hombre negro, condenado a la pena capital por un asesinato que no cometió y con un don único para la curación de las personas.
Coffey, el protagonista, tiene un poder sobrenatural que no duda en utilizar para hacer el bien en favor de las personas que tiene a su alrededor y lo necesitan. Su ejecución en la silla eléctrica cuando sabemos que es inocente, resulta terrible para el espectador, dejando momentos muy emotivos y un mensaje esperanzador sobre el bien.
El joven Jack en las aguas heladas del naufragio del Titanic.

La muerte del personaje de Jack (Leonardo DiCaprio) en Titanic es uno de los momentos más icónicos del cine de los años 90. La gente lloraba literalmente en las salas de cine con esta trágica historia de amor con música de Céline Dion como telón de fondo.
Nunca olvidaremos el trágico final en que el personaje de DiCaprio se hunde congelado en el océano agarrado a la misma tabla que su amada. Nos ha marcado tanto, que todavía sigue vivo el debate acerca de si cabía o no cabía en la tabla.
Jenny, el gran amor de Forrest Gump

La madre en la ficción de Forrest, le explicaba con suavidad y sencillez que es la muerte en la cama del hospital, antes de irse para siempre. Sin embargo, ni siquiera ella pudo prepararle para decir adiós al gran amor de su vida, aquella joven por la que suspiraba el personaje de Tom Hanks desde la niñez.
Ya estuviera en la guerra o recorriendo el mundo a pie, Jenny (Robin Wright), era su eterno amor, uno de los más especiales de la historia del cine, por lo que resulta especialmente tierno y triste el momento de despedirse de ella junto a su tumba. Aceptar la muerte es difícil para un niño eterno como Forrest Gump.