Una de las mejores cosas que han traído consigo las redes sociales es la desestigmatización de la salud mental. Y es que divulgadores y generación Z han hecho de ellas un espacio donde poner nombre a cosas por las que muchas pasábamos pero no hablábamos de ello en alto, normalizándolas y dándonos un poco de esperanza a la hora de saber qué nos pasa y cómo atajarlo.
No es que hayan descubierto conceptos nuevos, pero sí han conseguido que el público los conozca por su nombre y asocie comportamientos a nombres concretos. Uno de los conceptos de los que cada vez se habla más en redes sociales y que cada vez se busca más (en los últimos cinco años ha tenido un incremento de búsquedas increíble según Google Trends) es la disociación o el disociar.
Qué es la disociación según los psicólogos
Un término que pone nombre a algo más común de lo que pensamos y que genera mucha curiosidad. Conforme la Sociedad Internacional para el Estudio del Trauma y la Disociación, el término disociación hace referencia a la "desconexión o falta de conexión entre elementos que habitualmente están asociados entre sí", y puede darse en la conciencia, memoria, identidad o percepción.
Desde Psicología y Trauma definen disociar como "una sensación subjetiva de incertidumbre, perplejidad o conflicto sobre la propia identidad. La persona suele tener dificultades para saber cómo es realmente, qué quiere hacer o qué decisiones debe tomar".

Aunque es un fenómeno que se presenta de varias formas, una de las más comunes o la que más asociamos con él es cuando nos abstraemos de nuestro propio cuerpo. Algo similar a "quedarnos empanados", que desde Psicología y Trauma denominan "despersonalización". Esto, explican, "hace referencia a experiencias corporales, sentimientos de extrañeza o falta de familiaridad respecto al yo o al propio cuerpo".
"En ocasiones puede ser un síntoma leve y puntual, como les ocurre a muchas personas en momentos de ansiedad, sin embargo en otras situaciones puede convertirse en algo más serio e incapacitante" explican. En cuanto a cómo puede presentarse esta despersonalización, señalan que la más común es "la sensación de no sentirse “conectado” al cuerpo, de no estar en el cuerpo, de observarse a uno mismo desde fuera, o de no reconocerse a uno mismo en el espejo".
En esta línea, la psicóloga y psicoterapeuta Rosario Linares explica la disociación como "una “distancia de seguridad” que reduce el impacto emocional, la tensión, el miedo y el dolor del momento", especialmente común tras un suceso traumático.
