Cinco años han pasado desde que los, por entonces, Duques de Sussex contrajesen matrimonio en la simbólica capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Cinco años en los que título aparte, la vida de los duques se ha visto volcada en una marea de polémicas, encontronazos reales y una triste despedida de uno de los miembros de la familia más queridos: la Reina Isabel II.
Pero lo cierto es que, tras más cinco años del enlace real, aún nos sigue despertando cierto gusanillo los entresijos que rodearon a la boda de los Sussex. Más aún si cabe cuando, hace tan solo escasas horas, nos hemos enterado del último dato curioso que rodea al traje de la novia: su “algo azul” fuera un pequeño fragmento del vestido que vistió Meghan en la primera cita con Harry, ¿romántico, verdad?
La responsable de desvelar este sorprendente secreto no es más ni nada menos que la encargada de dar forma al diseño nupcial de Markle, Waight Keller, directora creativa de Givenchy. “Básicamente, la cosimos en el dobladillo del vestido de novia, así que ella era la única que sabía que estaba ahí. Era un pequeño estampado de cuadros azules” explicó la diseñadora a la revista Vanity Fair.
Un curioso detalle que nos hace preguntarnos, ¿habrá algún otro guiño a Harry o algún detalle en el que, después de tantos años, aún no nos hayamos dado cuenta? Pues, querida lectora, lo cierto es que sí, y no solo uno.
Siete curiosidades del diseño nupcial de Meghan Markle que, quizás, desconocías
Son muchas los detalles desconocidos o “poco comentados” de un traje nupcial que se coronó en el 2018 como uno de los diseños más aclamados por las novias de la temporada (superando, incluso, al de su nuera Kate Middleton) y que hoy, tras varios hallazgos, te presentamos en un listado de seis curiosidades que, sin duda, te sorprenderán.
Un homenaje a la Commonwealth

Todos vimos asombrados aquel imponente velo de más de cinco metro de largo que vistió Meghan para su entrada a la iglesia, pero ¿sabías que su diseño tiene un guiño político con el que Markle quería apoyar a las naciones que conformaron la Commonwealth?
“Era muy importante, ahora que soy parte de la familia real, incorporar a los estados de la Mancomunidad. Sabía que sería una sorpresa para mi ahora esposo y estaba fascinado cuando vio el velo ese día. Creo que los demás miembros de la familia tuvieron una reacción similar”, explicó Meghan en el documental Queen of the world.
Más de 3.000 horas de trabajo y “lavar las manos cada 30 minutos”

Pero otra de las grandes curiosidades del velo de Meghan fue su proceso de elaboración. La casa Givenchy lo elaboró de artesanal con un bordado a mano, flor a flor, que llevo más de 3.900 horas de trabajo en las que, además, según publican diferentes medios, exigieron a los artesanos lavarse las manos cada 30 minutos para que no existiese ninguna posible mancha.
Lo pagó ella

Lejos de cualquier tradición en la que los familiares pagan (o apoyan) el coste del vestido nupcial, en el caso de Meghan lo pagó íntegramente la actriz. Para este diseño de Givenchy Markle desembolsó alrededor de medio millón de dólares, ya que, según publicaron algunos medios británicos, “la corona no podía hacerse cargo del gasto antes de que ella perteneciera a la familia británica oficialmente”.
La Reina Isabel II fue la primera en ver el diseño

Hay quienes dicen que fue por obligación, otros que fue un detalle que Meghan quiso tener con la reina y abuela de su prometido, sea como fuere, la realidad es que Isabel II fue la primera en descubrir el secreto mejor guardado del enlace real.
Isabel II le cedió una de sus tiaras

Pero lo cierto es que durante los preparativos de la boda, Meghan e Isabel compartieron más de un momento. Como, precisamente, aquel en el que la Reina de Inglaterra ofreció a la mujer del príncipe Harry escoger la tiara que prefiriese para su enlace, siendo la tiara Bandeau de diamantes y platino que Isabel II heredó de su abuela, la reina Mary, la elegida por la duquesa.
Su algo azul: un recuerdo de su “primera cita”

Aunque si hay un detalle que más nos ha sorprendido en este recopilatorio ha sido ese “algo azul” que Meghan llevó consigo durante toda la ceremonia. Como adelantamos en líneas anteriores, se trató de un fragmento del vestido que Markle llevó en su primera cita con Harry y que quiso llevar consigo para siempre, ubicándolo en el dobladillo del vestido. “Algo que solo ella podría saber” dijo la directora creativa de Givenchy, responsable de vestir a la duquesa.