"La etiqueta de discapacidad es muy peligrosa e injusta": Javier Fesser ('Campeones')

Siente que creativamente cada vez trabaja con mayor libertad, pero lo que no ha variado ni un ápice en la forma que tiene Javier Fesser de hacer cine es en su humanidad y empatía.
Javier Fesser

Sus películas no dejan indiferente, y algunas de sus historias más conmovedoras te hacen soltar una carcajada. La forma de hacer cine de Javier Fesser (Madrid, 1964) es especial. El 18 de agosto regresa a las pantallas con Campeonex, la secuela (o no) de la comedia dramática 'Campeones' que dirigió en 2018.

Javier Fesser

¿Qué novedades trae esta nueva película? 

La principal es que no es una secuela, sino más bien la siguiente película a 'Campeones'. Tiene todos los ingredientes de la primera: el equipo al completo, el tono, el humor..., pero incorpora nuevos y poderosos personajes, mucha más acción y, desde mi punto de vista, un buen chute de emoción. 

¿Qué supuso para ti que Campeones recibiera el Goya a la mejor película?

No voy a quitarle ninguna importancia a un premio tan relevante y del que tan orgullosos nos sentimos todos los que tuvimos la suerte de fabricar la película pero, siendo muy sincero, comprobar que con nuestro trabajo logramos algo más que entretener al público no se puede comparar con ningún premio cinematográfico, incluyendo el Óscar. Que Campeones haya cambiado la mirada de algunos espectadores hacia personas a priori diferentes, para acabar entendiendo que todos lo somos, es un regalo con el que ninguno de nosotros contaba. 

¿Cómo surgió la idea de trabajar con personas con discapacidad intelectual?

Jamás se me pasó por la cabeza otra opción diferente. La autenticidad y la verdad in- discutible de los personajes era la clave de la empatía que los "campeones" estaban destinados a provocar. 

¿Cuáles crees que son los mayores prejuicios que existen en torno a este colectivo?

Todas las ideas preconcebidas vienen, pienso yo, del desconocimiento y del temor a lo no conocido. En ocasiones evitamos comunicarnos con personas con distintas capacidades a las nuestras por temor a no saber gestionar su respuesta, como si ese trabajo nos correspondiera a nosotros. La etiqueta de discapacidad es muy peligrosa y siempre injusta. Veo y leo a diario a muchísimas personas muy inteligentes con una enorme incapacidad para decir la verdad, amar, perdonar y disfrutar de la vida. Pocas personas con discapacidad intelectual presentan esas carencias. Tu manera de hacer cine es atípica y muy personal.

¿Cómo concibes este género?

Ni idea. Me gusta pensar que las películas que escribo y dirijo son todas diferentes. Sueles combinar comedia y drama sin caer en la pena ni el paternalismo. 

¿Qué buscas con este equilibrio?

Descolocar un poco y fastidiar al espectador listillo que va adivinando todo lo que va a pasar en las películas. A mí, como espectador, me encanta que las películas me sorprendan. Por el contrario, si hay algo que me echa para atrás son las que traen "recao". En el fondo, todas lo llevan incluido, pero es nuestro trabajo como guionistas y directores hacer que se note lo menos posible.

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