Durante el año 2003, un asesino tuvo a España en vilo. Entre enero y marzo de aquel año, se produjeron seis asesinatos con armas de fuego en la Comunidad de Madrid y la única conexión que había entre los crímenes era que todas las víctimas aparecían junto a la carta de una baraja, por lo que se apodó al desconocido autor como “el asesino de la baraja”. Alfredo Galán Sotillo acabó entregándose en julio de 2003 en la comisaria de Puertollano (Ciudad Real) y aseguró que tan sólo lo había hecho para demostrar que matar era fácil.
Ahora, 20 años después de aquello, Netflix ha lanzado ‘Baraja: la firma de un asesino’, una docuserie que analiza en tres capítulos los crímenes a manos de Alfredo Galán Sotillo. El documental hace un repaso por la investigación policial que se llevó a cabo, los testimonios de las familias de las víctimas y cómo trataron el suceso los medios de comunicación y las noticias emitidas en televisión, entre las que destacan las de una joven periodista: Letizia Ortiz, la actual reina de España.

La reina Letizia desempeñó su profesión periodística en Televisión Española hasta el 31 de octubre de 2003, que presentó su último informativo antes de comprometerse con el entonces príncipe Felipe. Cuando aún trabajaba de reportera, la reina Letizia se desplazó hasta Arganda del Rey después de que el asesino de la baraja acabase con la vida de un matrimonio rumano. Desde el lugar del crimen, Letizia se preguntaba en directo si las víctimas tendrían relación entre ellas o si eran elegidas al azar por su verdugo. Finalmente se descubrió que sí, que las personas asesinadas eran elegidas por Alfredo Galán Sotillo de manera fortuita.