En el pasado, lo común era ver los agujeros de las orejas rasgados sólo a nuestras abuelas. Sin embargo, si has llegado hasta este artículo es porque tú (o alguien muy cercano a ti) ya comienzas a tener esa raja en el lóbulo que tantos quebraderos de cabeza e inseguridades nos trae. Esto sucede, en la mayor parte de los casos, por un uso abusivo de pendientes colgantes o de mucho peso o si no nos quitamos los pendientes ni para dormir.
Las tendencias en joyas cada vez nos traen pendientes más y más exagerados, por lo que puede provocar un desgarre del lóbulo y acabar en una raja que lo recorra de arriba a abajo que, a partir de los 50 años se va a acentuando, ya que es la edad en la que la piel va perdiendo firmeza en la zona.

La medicina estética tiene varias soluciones para ello: láser, lobuloplastia e incluso pinchazos de ácido hialurónico o grasa autóloga. Pero estas opciones no suelen ser aptas para todos los bosillos, así que hoy venimos a mostrarte un pequeño truco que, aunque no cierre tus agujeros rasgados, sí ayudará a que puedas seguir poniéndote pendientes y, por supuesto, a prevenir que tus orejas se rajen.
Se trata de unos parches invisibles que hemos de pegar en la parte trasera de nuestras orejas y que tiene un método de uso muy fácil: una vez colocado el adhesivo, hay que atravesar nuestro agujero con el pendiente (como habitualmente) hasta tocar la pegatina, que también hay que perforar.

Precio: 7,69 euros.
Después, coloca la tuerca de forma normal y verás cómo el agujero rasgado ya no se ve. De esta manera, la pegatina hará la fuerza que antes hacía tu oreja, es por eso que también ayuda a prevenir.
Se venden en Amazon y vienen en pack de 200 unidades que, como ya te habíamos contado, son transparentes, por lo que no tendrás que preocuparte de que se vean o llamen la atención si llevas peinados o coletas con los que se te vean las orejas. Y sí, duran todo el día bien pegados.