Abstinencia sexual: mitos y verdades que debes conocer

Aunque millones de personas viven sin tener sexo, la abstinencia, sobre todo prolongada, puede tener efectos sobre tu vida mental y física. Descúbrelos.
Sexo en Nueva York

Tres semanas, tres meses, tres años. Sean los días que sean, seguro que no te has olvidado del tiempo que llevas sin mantener relaciones sexuales. Parte íntegra de nuestra salud mental y física, el sexo tiene efectos mayoritariamente positivos (incluso hace que nos veamos más luminosas y radiantes, lo dice la ciencia). Además de potenciar el nivel de confianza y seguridad, mejora tu sistema inmunológico y cardiovascular, entre muchos otros. ¿Pero sabes qué efectos reales tiene la abstinencia en este ámbito? Numerosos estudios han demostrado que dejar de tener relaciones de forma continua afectaba de forma directa el cuerpo, principalmente si esta situación no era una elección. Lamentablemente, son muchos los hombres y mujeres que no pueden disfrutar como quisieran de una vida sexual placentera , el sentimiento de incomprensión y soledad ligada a la presión social tiene un impacto en el bienestar. Esta presión social se manifiesta esencialmente a través de prejuicios y consideraciones engañosas que no hacen más que reforzar esta inseguridad.

Uno de los mitos más frecuentes es el de la "revirginización". Una mujer . El único problema al que se puede enfrentar una mujer es la ausencia de lubricación debida, en gran parte, al miedo. Miedo a la pérdida de costumbre y práctica. Enseñar su cuerpo de nuevo puede generar una fuente de estrés suplementaria.

¿Quieres conocer los efectos reales de la abstinencia sexual en tu cuerpo? Te dejamos 12 que quizá te hagan cambiar de opinión. Aunque muchos sean negativos, conviene no dramatizar y sobre todo, centrarse en lo positivo. Disfrutar de tu cuerpo a solas y no tener que ceñirse a deseos o exigencias de otra persona puede ser muy positivo.

Y por supuesto, permite favorecer la práctica de actividades a solas y el descubrimiento de nuevas experiencias y placeres.

Puede disminuir tu libido

Aunque se suela pensar lo contrario, si llevas mucho tiempo sin tener relaciones sexuales, tu deseo puede diminuir. Durante el acto, nuestro cuerpo libera endorfinas, las famosas hormonas que confieren una sensación de bienestar y plenitud. Aunque puedas evidentemente tener otras fuentes de placer, tenlo en cuenta.

Favorece el estrés

Según un estudio publicado en la revista Medical Daily, la ausencia de relaciones sexuales frecuentes no permite al cuerpo reducir la presión arterial, lo que lleva a sentir más estrés.

Debilita el sistema inmunológico

La producción de imunoglobulinas, los famosos anticuerpos que actúan como barrera ante los vírus y bacterias, disminuye. Hacer el amor potencia esta acción y permite por lo tanto, no caer enfermo tan a menudo.

Limita los riesgos de tener una infección urinaria

Aparte de evitar las enfermedades de transmisión de sexual, la abstinencia limita los riesgos de infección que pueden ser especialmente dolorosos. Un punto a favor.

El sistema cardiovascular se puede ver perjudicado

Hacer el amor tiene efectos muy positivos en la salud de nuestro corazón por lo que si no tienes relaciones, procura encontrar alternativas. El running es una buena opción.

La vagina no se cierra

Aunque hayas vivido un largo período de abstinencia la vagina NO se cierra por completo. Es un mito. Los músculos de tu zona íntima son elásticos por lo que esta zona se adapta sin problema al acto sexual independientemente de la frecuencia.

Puede limitar la lubricación

La lubricación natural de tu cuerpo puede reducirse por la falta de costumbre. Añadido al estrés, la penetración puede resultar dolorosa cuando retomes la actividad sexual.

Impacta negativamente la autoestima

Si la abstinencia no es una elección, sus consecuencias psicológicas a largo plazo pueden ser nefastas. Pérdida de confianza, presión social y soledad son algunos de las razones por las que te puedes derrumbar.

Favorece el insomnio

Hacer el amor, y sobre todo alcanzar el orgasmo, reduce notablemente el estrés lo que te permite, en teoría, alcanzar el sueño más rápido. La abstinencia te hace más propensa a tener problemas para dormirte.

Te permite conocer mejor tu cuerpo

Un período de abstinencia puede resultar positivo para centrarte en tu propio cuerpo. Si no has elegido dejar de tener relaciones sexuales, aprovecha para redescubrir los placeres solitarios de la masturbación y ubica tus fuentes de placer.

No conduce sistemáticamente a desarrollar parafilias

Otro mito que conviene desmontar. Las parafilias pueden surgir en cualquier momento, independientemente de la orientación o actividad sexual de una persona.

Puede tener repercusiones en el comportamiento

Si no es elegida, la abstinencia sexual puede afectar nuestro trato con los demás. La frustración genera agresividad, por lo que es imprescindible tener en cuenta nuestra actitud y sobre todo, buscar alternativas para liberarnos.

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