Nada es lo que parece, y menos cuando hablamos de redes sociales. Tras las sonrisas infinitas que inundan las redes sociales, hay tristezas. Tras las fotos de novios besándose, hay discusiones a gritos segundos antes. Tras las instantáneas paradisíacas en playas interminables, hay temperaturas imposibles e insectos que no te dejan ni respirar. No nos debemos fiar de lo que vemos a través de una pantalla, porque solo la realidad es lo real.
En un mundo en el que estamos hiperconectados y en el que compartimos nuestra vida por encima de nuestras posibilidades a través de las redes sociales, donde subimos fotos de lo que hacemos, con quién lo hacemos y cuándo lo hacemos, muchas veces surge una necesidad imperiosa de "posturear".
Postureo en las fotos, una realidad paralela
Un concepto ya tan común que hasta la RAE lo ha incluido en el diccionario, siendo "actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción" su definición. Pues bien, detrás de esta palabra tan utilizada a la ligera se esconde a veces incluso una obsesión, que lleva a la gente a mentir a través de las pantallas y crear situaciones falsas solo para compartirlas.
Según un estudio elaborado por la empresa de impresión fotográfica Cheerz, 9 de cada 10 españoles creen que la gente “posturea” con la felicidad en las fotos. Aunque no todo es malo, porque si hacemos caso al "fake until you make it" que abanderaba Rihanna cuando le preguntaban cuál era la clave de su éxito, es posible que el simple hecho de intentar aparentar ser felices nos haga realmente felices.
¿Puede fingir ser felices realmente hacernos felices?
"Las fotos permiten inmortalizar la risa de las personas y al mismo tiempo hacer que quienes vean esas fotos se sientan inmersos en ese momento de felicidad. De hecho, según datos de nuestro estudio el 75% de las personas afirma que es muy importante e incluso fundamental la imagen que se proyecta en las fotos. Y sin duda la risa es un elemento clave a la hora de crear esa imagen en una foto”, afirma Qui Marín, directora del Sur de Europa de Cheerz.
Sonreír es un acto que puede ayudarnos a ser más felices, porque como explican en este artículo de Psychological Bulletin, las expresiones faciales tienen impacto en nuestros sentimientos (o, dicho de una forma más científica, "la retroalimentación facial influye en la experiencia emocional, aunque estos efectos tienden a ser pequeños y heterogéneos"). Así pues, tener expresiones felices de risa puede realmente influir en nuestro estado de ánimo, según los científicos.
