Ayer recibimos la triste noticia de la muerte de Mayra Gómez Kemp, una de las presentadoras más queridas de la televisión española. Ahora Mayra descansa en paz junto al gran amor de su vida, Alberto Berco. La historia de amor de Mayra Gómez Kemp con el actor argentino duró 47 años. Alberto, un actor argentino que conoció en una obra de teatro en Madrid, se convirtió en su compañero inseparable. Mayra se consideró afortunada por encontrar un amor verdadero, algo que muchos buscan sin éxito. En sus memorias, afirmaba: “No siempre se acierta, pero yo encontré al hombre de mi vida, mi compañero de viaje, la persona que me dio la felicidad”.
Durante su vida Mayra sufrió algunos duros golpes, pero siempre tuvo a su lado el apoyo de Alberto, que se convirtió en el pilar de su vida. Uno de los golpes más duros que tuvo que encajar la legendaria presentadora del Un, dos, tres fue un cáncer de lengua y garganta, que afectó su dicción de manera significativa. Sin embargo, con el apoyo de su esposo, Alberto Berco, logró superar esta dura prueba.
Junto a Alberto y las hijas de su primer matrimonio, Viviana y Roxana, Mayra disfrutó de una vida familiar plena y estable. Quería a las hijas de Alberto como si fueran propias, creando vínculos profundos durante sus 47 años de convivencia. A pesar de que Mayra vivió una gran historia de amor, no pudo cumplir su deseo de ser madre, la vida no le concedió esa oportunidad. Estuvo embarazada una vez, pero el embarazo no llegó a término, lo que dejó un vacío en su corazón.
La pandemia de Covid-19 trajo el mayor dolor a su vida. En enero de 2021, Alberto falleció de un ataque al corazón, un golpe devastador del que nunca se recuperó del todo. La pérdida de su gran amor la sumió en una profunda depresión, alejándola de la vida social. Desde entonces, Mayra se recluyó, saliendo solo para hacer la compra. Con su familia en Estados Unidos y las hijas de Alberto en Argentina, pasó sus últimos días sola en Madrid.
Mayra Gómez Kemp se fue de forma inesperada
La muerte la sorprendió sola en casa. Según las primeras informaciones, la encontraron sin vida en su hogar y fue trasladada al Anatómico Forense de Madrid para esclarecer las causas del deceso. Hace apenas unos días, Mayra, de 76 años, tuvo un accidente doméstico en su casa de Madrid. Pasó varias horas en el suelo sin poder pedir ayuda, hasta que su vecina, preocupada por su ausencia, alertó a los servicios de emergencia. Aunque tras el alta parecía estar en proceso de recuperación, nadie podía imaginar que su vida se apagaría tan pronto.
A pesar de los momentos oscuros, siempre recordaremos a Mayra por su sonrisa y su buen humor. Su capacidad para conectarse con el público la convirtió en un referente para muchas generaciones. El estilo personal y maestría de la presentadora al frente de Un, dos, tres, bajo la dirección de Chicho Ibáñez Serrador, fueron clave para su éxito. El legado de Mayra perdurará en la memoria de quienes disfrutaron de su carisma y alegría en la pantalla.
