No solo la deshidratación: este es el mayor daño que el alcohol causa en tu piel y no se revierte con agua

El alcohol afecta a la salud de la piel y deja huellas visibles en el rostro, haciendo que los efectos del envejecimiento se aceleren de forma evidente.
Efectos del alcohol en la piel - Imagen: Grupo Zinet Media

Beber tiene efectos perjudiciales para la salud y eso también alcanza a las funciones y apariencia de la piel. Algunos son reversibles, aunque en ocasiones harán falta meses para poder apreciarlos. El alcohol actúa como un diurético, provocando una pérdida de líquidos y nutrientes esenciales. Si esta pérdida no se compensa con una hidratación adecuada, la piel comienza a deshidratarse, lo que se traduce en sequedad, pérdida de elasticidad y mayor predisposición a la aparición de arrugas. "Además, puede ocurrir una retención de líquidos paradójica, que da lugar a un rostro hinchado y fatigado", advierte la doctora Ángela Llaneza, directora médica del Instituto Médico Antiaging (Madrid). También puede empeorar enfermedades de la piel que ya existían, como rosácea o psoriasis, y contribuir a que haya brotes de acné, ya que genera inflamación, detalla Xènia García, experta en belleza y directora del centro Cinc Estética (Barcelona).

Los efectos sobre la piel aparecen tanto a corto como a largo plazo. Es frecuente observar un enrojecimiento temporal conocido como flushing, especialmente tras consumir vino, debido a los taninos. "Este efecto se produce por la dilatación de los vasos sanguíneos durante la metabolización del alcohol", añade la doctora Llaneza. Con un consumo crónico, la cosa es más seria. La deshidratación persistente y el daño hepático pueden derivar en enrojecimiento permanente, manchas cutáneas y, en casos graves, deformidades faciales como el rinofima (la piel de la nariz se engrosa de modo irregular y nodular). Incluso existe evidencia de que el consumo regular de alcohol incrementa el riesgo de cáncer de piel no melanoma, como el carcinoma de células basales o escamosas.

De la cerveza a las copas

El efecto negativo del alcohol en la piel no depende tanto del tipo de bebida, sino del etanol que contiene. "Según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol se clasifica como un carcinógeno de grupo 1 y no existe un nivel de consumo seguro para la salud humana, lo que implica que todos los tipos de alcohol tienen el potencial de dañar la piel", señala Cristina Onofri, directora general y fundadora del Instituto Médico Antiaging.

Aunque las bebidas con mayor concentración de alcohol, como las espirituosas (ron, vodka, whisky, etc.), pueden generar niveles más altos de etanol en sangre de forma más rápida, los efectos inmediatos como la deshidratación, la sequedad y el enrojecimiento también aparecen con bebidas alcohólicas de menor graduación como el vino o la cerveza. Incluso las bebidas más "suaves" pueden causar dilatación de los vasos sanguíneos, lo que se traduce en enrojecimiento facial y aumento de la inflamación.

Daños del alcohol en la piel - Imagen: Grupo Zinet Media
Daños del alcohol en la piel - Imagen: Grupo Zinet Media

Entre las bebidas de consumo más habitual, "lo menos dañino sería la cerveza, ya que tiene otras propiedades antioxidantes que contrarrestan. Esto no quiere decir que sea buena, ya que también contribuye al envejecimiento, pero podríamos decir que sería la que menos nos afecte", dice Olalla Álvarez, CEO de la clínica que lleva su nombre (Madrid), enfermera experta en dermoestética y experta en dermocosmética y formulación.

El vino, aunque su graduación sea baja, contribuye al envejecimiento prematuro de la piel por su alto contenido en azúcares. Álvarez advierte de que el tinto "entraría en el ranking de las peores bebidas alcohólicas para la piel (además de las espirituosas y con mayor graduación de alcohol), al ser la que más enrojecimiento produce". En el caso de las copas, combinados con bebidas gaseosas y azucaradas, "aún empeoran más esa deshidratación y aumentan la glicación en la piel, lo que genera daños en el colágeno y la elastina; y la combinación con el azúcar aumenta los brotes de acné", apunta Xènia García.
 

Daños acumulativos

El impacto del alcohol en la piel es acumulativo, especialmente porque la capacidad del cuerpo para metabolizarlo disminuye con la edad. Aquello de que las resacas son peores según cumplimos años no es una apreciación subjetiva. "A los 26, el cuerpo tarda unas tres horas en metabolizar una cantidad estándar de alcohol. Después de los 40 años, ese tiempo puede extenderse hasta 33 horas", indica la doctora Llaneza.

Envejecimiento de la piel - Imagen: iStock
Envejecimiento de la piel - Imagen: iStock

Con el envejecimiento, la regeneración celular también se ralentiza, lo que agrava los daños. Y si el consumo de alcohol se combina con otros hábitos perjudiciales como fumar, una dieta rica en alimentos procesados o la falta de protección solar, el deterioro de la piel se acelera aún más. "Espaciar el consumo de alcohol, mantener una buena hidratación y consumir una dieta rica en micronutrientes es clave para mitigar el daño", dice Llaneza.Aunque el consumo ocasional pueda parecer menos perjudicial, no está exento de riesgos.

Salir un sábado y tomar más de cuatro o cinco bebidas en pocas horas también se asocia con efectos a largo plazo. "Este patrón puede repetirse durante varios fines de semana y terminar acumulando daños similares a los del consumo crónico. A corto plazo, los efectos incluyen deshidratación, enrojecimiento, hinchazón y pérdida de luminosidad. Si este consumo se convierte en un hábito, la piel empezará a mostrar signos de envejecimiento prematuro y otros problemas relacionados", apunta Onofri. Si la noche más inesperada se convierte en todo un atracón alcohólico que empieza con cañas, sigue con vino en la cena y continúa con copas, al día siguiente habrá lo que la directora de la clínica Olalla Álvarez llama "resaca cutánea".

"La memoria biológica implica que, aunque el consumo sea esporádico, las células de la piel pueden quedar marcadas, alterando las fibras de colágeno y elastina"

Consecuencias como el enrojecimiento, deshidratación y retención de líquidos suelen ser temporales, dependiendo de la cantidad ingerida y la capacidad del cuerpo para metabolizar el alcohol. "Estos efectos aparecen de manera aguda y, si no se repite el consumo, no deberían permanecer en el tiempo una vez que la piel se haya recuperado de tal estrago", indica. Para el día siguiente, beber agua para recuperar células, tomar alguno de los antioxidantes más poderosos, hacerse una mascarilla para aportar mayor hidratación a la piel o tratamientos en cabina son buenas ideas. La duración de la "resaca cutánea" va a depender del estado inicial de la piel y de los cuidados diarios, "pero los efectos se verían unas 48 h, aunque es muy difícil determinar horas o días exactos porque hay muchos factores que influyen. Pasado este tiempo aproximado, si la persona contrarresta los efectos cuidándose mucho, los daños se pueden revertir", asegura la directora de Cinc Estética.

La doctora Llaneza advierte de que la factura puede ser mayor: el daño celular causado por el alcohol perdura más allá de estos efectos inmediatos. "La memoria biológica implica que, aunque el consumo sea esporádico, las células de la piel pueden quedar marcadas, alterando las fibras de colágeno y elastina, lo que acelera el envejecimiento. Aunque los efectos visibles pueden disiparse con hidratación y cuidados, este tipo de consumo aumenta el daño acumulativo. Si se repite, arrugas, manchas y pérdida de firmeza se volverán más evidentes".

Consumo cero

Si a estas alturas has decidido no volver a beber nunca más, los efectos se van a apreciar en todo el organismo y tu piel se verá más luminosa, lisa e hidratada. "Tendríamos ese glow que todas ansiamos. Además, los tratamientos que se realicen en consulta se notarán mucho más y se retrasará el proceso de envejecimiento", dice Olalla Álvarez. Eso sí, no será rápido. Dependerá de la duración del consumo de alcohol y su cantidad, la edad, el estado de salud y la existencia o no de otros hábitos como el tabaco o la protección solar.

Cuidado de la piel - Imagen: Grupo Zinet Media
Cuidado de la piel - Imagen: Grupo Zinet Media

En general, habrá una fase primaria, entre el tercer día y la primera semana, en la que el cuerpo eliminará los residuos alcohólicos, se recuperará la hidratación, se reducirá la inflamación y emergerá una piel más luminosa y menos tirante. También se mitigará el enrojecimiento. En los dos primeros meses mejorará el proceso de regeneración cutánea, con una mayor síntesis de vitaminas y colágeno; se reducirá aún más la opacidad y habrá una mejor textura. Del tercer al sexto mes los beneficios ya serán mucho más evidentes porque la regeneración será más completa y habrá menos manchas y líneas finas y más firmeza.

Sin embargo, también habrá que portarse bien en otros aspectos y seguir una rutina de cuidado adecuada, que incluya una dieta rica en antioxidantes, hidratación, sueño reparador, ejercicio y uso de protector solar. "Si no hay daños crónicos subyacentes, como problemas hepáticos o envejecimiento avanzado, es posible recuperar un aspecto saludable con estas medidas", indica Cristina Onofri. Tratamientos estéticos en cabina para eliminar toxinas y mejorar la hidratación de la piel, y protocolos médicos estéticos para recuperar el tono, la firmeza y eliminar arrugas pondrán la guinda al pastel non alcoholic.

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