No, no siempre lo que nos rodea o está más cerca de nosotros es la opción adecuada. Nos obsesionamos por encontrar a alguien que no sobresalga de nuestro radar sin darnos cuenta de que, a veces, la magia no solo se encuentra fuera, sino que aparece por sorpresa y en el momento más inesperado. Así les sucedió a Paula y a Nacho, que comenzaron su historia coincidiendo en un viaje de amigos a Berlín y terminaron por casarse en pleno centro de Sevilla en una boda llena de detalles y guiños a sus familiares y amigos en la que no perdieron la especial sencillez que les caracteriza.
Aunque hay quienes buscan las iglesias más espectaculares y conocidas para su gran día, Paula y Nacho se dieron el 'sí quiero' en pleno centro de la capital hispalense y, en lugar de optar por un templo majestuoso se dejaron seducir por la sencillez de la iglesia Santa Marina, un edificio de arquitectura gótico-mudéjar construído alrededor de 1262. "La elegimos por su sencillez. El centro de Sevilla está lleno de iglesias, a cada cual más espectacular, pero lo que nos encantaba de Santa Marina era precisamente esa sencillez, el estilo mudéjar, que la diferenciaba del resto", dice Paula.

Uno de los momentos más únicos de toda novia es la preparación y elección de su vestido y, en el caso de Paula, tuvo claro desde el primer momento en que visitó el taller de Romancera que la firma fundada en 2018 por Tamara Vázquez, sería la encargada de crear el espectacular look con el que llegaría al altar. En cuanto al diseño, Paula apostó por alejarse de lo tradicional para lucir algo diferente con toques actuales. "Me enamoré en cuanto vi las telas en su taller. Tengo una hermana que se había casado ese mismo año en mayo, por lo que ya había hecho un recorrido clásico y tuve claro que quería probar algo distinto y especial", cuenta Paula.
Así, el vestido confeccionado en gasa, estaba elaborado con un cuerpo fruncido con flores en relieve a la altura de la cintura y una falda que jugaba con los largos gracias a las telas de diferentes tejidos. Uno de los detalles más bonitos de la pieza estaba en las mangas, que, además de marcar los hombros para definir la silueta, contaba con tres volantes de corte asimétrico en los puños. Una elección preciosa e ideal para novias de estilo romántico.


Para completar este estilismo nupcial, Paula contó con unos pendientes le regalaron su madre y su hermana, uno de los detalles más especiales junto a, según cuenta, la decoración: "Yo soy una loca de las flores y las plantas, por lo que no faltó detalle alguno de la mano de Orangerie. Además, las chicas de Kuramae me ayudaron a coordinar y elegir toda la decoración y se encargaron de que la papelería fuese un espectáculo en todo momento, desde las invitaciones hasta los misales, meseros y minutas. Me ayudaron también a tener un gesto especial con mis testigos, para los que personalizamos unas flores de punto con significado único para cada una. Quisimos que tanto los ramos como este tipo de detalles durasen para siempre", nos cuenta Paula.
