Cada 23 de abril, Barcelona se llena de vida. La ciudad celebra Sant Jordi, patrón de Cataluña, y también el Día del Libro. Las calles se tiñen de rojo con miles de rosas y se inundan de letras gracias a ferias y firmas de autoras y autores. Sin embargo, hay una nueva tendencia que empieza a imponerse entre quienes buscan sorprender: regalar perfumes. Y no cualquier perfume, sino fragancias florales que rinden homenaje a la rosa. Este año, los perfumes inspirados en la reina de las flores, la rosa, se están convirtiendo en el detalle más deseado. Más originals que un libro y más duraderos que una flor, se perfilan como el regalo más especial de Sant Jordi. Eso sí, no tenemos por qué renunciar a ningún obsequio, ya que un libro, una flor y un perfume forman una tríada imparable.
El clásico gesto de regalar una rosa sigue muy presente, pero ha evolucionado. Si queremos marcar la diferencia, nada mejor que dar con un perfume floral con rosa como protagonista, pero con un giro inesperado. Ya sea para una madre, una amiga o una pareja, estas fragancias sofisticadas y con carácter se alejan de lo predecible. Sin lugar a dudas, son perfumes florales nada típicos que merece la pena probar esta primavera. Además, un buen perfume es un regalo que no se marchita nunca, que acompaña, que se recuerda. Porque en el mundo de la perfumería, lo que más se valora es la diferencia.
Perfumes con rosa con los que apostar por la nueva tradición de Sant Jordi
Aprilis de Santa Eulalia, un tributo a Barcelona y a la rosa
Este perfume nace como un homenaje a la ciudad de Barcelona y a su tradición más romántica: Sant Jordi. Aprilis, de la histórica casa Santa Eulalia, captura el alma de abril en una botella. Su salida, chispeante y delicadamente especiada con pimienta rosa y pera, da paso a un corazón floral vibrante, donde la rosa convive con lirio de los valles y clavel. Es aquí donde la magia sucede: una rosa elegante, nada empolvada, sofisticada sin esfuerzo. El fondo, con almizcle aterciopelado, cedro y ámbar gris, aporta calidez y profundidad. El resultado es un perfume que aúna un aroma con carácter y una preciosa historia detrás. Porque este perfume no "solo" huele a una magnética rosa, huele a la capital catalana. Precio: 180 euros.
Rose Émois de Molinard, una perfume con acento oriental y textura gourmand
Para las amantes de las fragancias intensas, con una rosa envolvente y sugerente, Rose Émois es pura atracción. Molinard, casa legendaria de Grasse, logra aquí una composición floral amaderada con un punto fascinante. La rosa baila con almendra, menta y bergamota en las notas de salida, creando una apertura fresca y golosa. El corazón es un festín floral: jazmín, ylang-ylang, azafrán y, por supuesto, rosa. La base combina oud, ámbar, sándalo y almizcle, aportando cuerpo y sensualidad. Este icónico y lujoso perfume de rosa es un imán de elogios. No es una rosa suave: es poderosa, atrevida, con ese toque adictivo que deja estela y hace que quien la lleve no pase desapercibida. Precio: 166,38 euros.
Venice Rococo de Arquiste, una rosa barroca y moderna al mismo tiempo
Arquiste es sinónimo de narrativa olfativa y Venice Rococo lo demuestra con maestría. Esta nueva creación, firmada por Rodrigo Flores-Roux, es una interpretación audaz de la rosa en clave floral amaderada con matices almizclados. La entrada es sorprendente: aldehídos, manzanilla y espino blanco que contrastan con una rosa turca muy potente. El corazón mezcla violetas negras, comino y notas empolvadas, creando una textura casi táctil. Al fondo, iris, ámbar y un toque animal de civeta elevan la fragancia a otra dimensión. Venice Rococo es para las que disfrutan explorando nuevas dimensiones de la perfumería, para las que sueñan con una rosa barroca, dramática, pero absolutamente contemporánea. Precio: 190 euros en Isolée.
