Hay fragancias que desaparecen con el tiempo y otras que parecen haber sido diseñadas para sobrevivirle. Jasmin Impératrice Eugénie de Creed pertenece a ese reducido grupo de perfumes icónicos que han dejado huella en la historia. Desde su creación en 1862, esta composición opulenta y decididamente envolvente ha sido sinónimo de realeza, tradición y un lujo que no se grita, se susurra con elegancia. El jazmín, flor blanca por excelencia en el mundo del perfume, se alza como protagonista de una fórmula que desafía las convenciones del tiempo. Su historia comienza con una emperatriz, pero su estela sigue viva más de un siglo después, conquistando narices que buscan intensidad, carácter y un perfume que hable de algo más que de "oler bien".
El legado aromático de una emperatriz encapsulado en un perfume
Eugenia de Montijo: poder, belleza y amor por el perfume
Pocas figuras femeninas del siglo XIX han tenido una vida tan fascinante como Eugenia de Palafox Portocarrero y Kirkpatrick, más conocida como Eugenia de Montijo. Aristócrata española, emperatriz de los franceses y esposa de Napoleón III, fue mucho más que un icono de estilo. Condesa de Teba y de Baños, su influencia traspasó fronteras y redefinió el papel de la mujer en las cortes europeas. Inteligente, culta, y de una belleza que inspiraba tanto respeto como deseo, Eugenia se convirtió en una referencia no solo en moda, sino también en arte y diplomacia. Fue precisamente su fascinación por el perfume y por el poder simbólico de la fragancia lo que llevó a Creed a crear Jasmin Impératrice Eugénie, una esencia hecha a su medida, con la intensidad y majestuosidad que ella representaba.
Una pirámide olfativa con espíritu imperial
Al aplicar Jasmin Impératrice Eugénie, el primer impacto es casi cinematográfico: una salida vibrante de bergamota que chispea con aldehídos brillantes y abre las puertas a una escena de otra época. En el corazón, el jazmín italiano se mezcla con rosa búlgara y una pizca de ámbar gris, componiendo un bouquet floral denso, lujoso, sin concesiones a la ligereza contemporánea. La base, cálida y sensual, reposa sobre vainilla cremosa y sándalo seco, una mezcla que envuelve la piel con una riqueza antigua, como si llevaras puesto un vestido bordado del Segundo Imperio. Jasmin Impératrice Eugénie no teme ser excesivo: su carácter es el de una mujer que conocía su poder y no tenía miedo de mostrarlo.

Más allá del jazmín: emociones densas y opulentas
Aunque su nombre sugiere una exaltación del jazmín, en realidad esta fragancia es una oda al exceso elegante. Durante los primeros minutos, puede resultar abrumadora, como entrar en un salón de época cubierto por cortinas pesadas y alfombras perfumadas por el paso del tiempo. Sin embargo, ese dramatismo inicial pronto da paso a una evolución más íntima, donde el ámbar gris y el sándalo se despliegan sobre la piel con suavidad, dejando un rastro que se siente antiguo, sí, pero nunca caduco. Jasmin Impératrice Eugénie es historia embotellada, pero también una declaración de intenciones: no es un perfume para pasar desapercibida, sino para quien busca presencia, memoria y personalidad en su estela.
Creed: una casa perfumista con historia noble
Fundada en 1760, Creed no es solo una casa de perfumes, es parte del tejido histórico de la alta perfumería europea. Con más de 100 fragancias en su archivo, y colaboraciones con maestros como Olivier Creed o Jean-Christophe Hérault, su catálogo es un compendio por algunos mejores perfumes de la historia. Jasmin Impératrice Eugénie fue una de las creaciones clave que marcó un antes y un después para la maison: su elaboración supuso incluso el traslado definitivo de Creed a París, donde aún mantiene su boutique en el 8º arrondissement.

Una nueva mirada a un clásico eterno
Hoy, Jasmin Impératrice Eugénie ha sido reinterpretado para adecuarse a las exigencias del olfato contemporáneo, sin perder su esencia imperial. La versión actual suaviza ligeramente su carácter, pero mantiene ese fondo untuoso y profundo que la hizo legendaria. A diferencia de muchos perfumes modernos que apuestan por la transparencia, esta fragancia se sostiene en el misterio, en el peso del recuerdo y en el magnetismo de una mujer que, aún hoy, inspira. No hace falta ser experta para detectar su calidad, basta con probarla una vez para entender por qué ha sobrevivido 163 años. Porque algunas esencias no siguen tendencias, las dictan. Y Jasmin Impératrice Eugénie, con su corazón de jazmín poderoso, sigue siendo el gran amor de quienes buscan fragancias que hablen con voz propia.