Aunque hace unos años era casi impensable, desde hace ya un tiempo la moda asequible ha encontrado un inesperado aliado en el mundo de la realeza. Este fenómeno ha ido in crescendo en muchas de las principales casas reales europeas. Empezando, como no podía ser de otra manera, con nuestra propia reina Letizia. Quienes más saben de comunicación política hablan de que es una señal de cercanía y adaptabilidad a los tiempos modernos, con la que los miembros de las distintas casas reales buscan acercarse a la población de a pie. Pues bien, la última en hacerlo ha sido la princesa Elisabeth de Bélgica. Aunque sin duda lo que más nos ha sorprendido ha sido qué prenda low cost ha escogido: un vestido bohemio de la colección 2023 de Zara.
El vestido de Zara de la princesa Elisabeth de Bélgica

Ya hemos muchas veces looks de Inditex de la reina Letizia, e incluso en sus últimas apariciones ha lucido prendas antiguas, como ocurrió con este vestido cintura de avispa de Massimo Dutti de la reina Letizia. Que la monarca española tenga prendas de hace varios años de Zara no nos sorprende, pero que lo haga un miembro de la realiza de Bélgica sí. Todo sea dicho.
A sus 23 años, la princesa ha demostrado que la moda no tiene por qué ser exclusiva ni costar miles de euros para ser elegante. Su elección de un vestido accesible, con bordados intrincados y un estilo boho chic, es la mejor prueba de ello.

El vestido boho de Zara: protagonista del verano
El vestido de la princesa Elisabeth es de la colección primavera-verano de Zara de 2023 y destaca por su diseño simple pero elegante. Con una silueta fluida y un delicado bordado que contrasta con el fondo blanco, capta perfectamente la esencia del estilo bohemio tan tendencia esta temporada.

Las características boho del vestido—bordados étnicos, tela ligera y un corte cómodo— lo convierten en una prenda ideal tanto para el verano como para los días más cálidos de la primavera.
Esta pieza fue un éxito de ventas en su momento por su diseño, que al ser atemporal entendemos perfectamente que a día de hoy siga siendo uno de los favoritos del armario de la princesa Elisabet de Bélgica. Para combinarlo ha optado por unos discretos pendientes y unos zapatos neutros, con el objetivo de mantener un equilibrio entre lo moderno y lo tradicional.
