Cuando llega el verano, hay algo que tengo claro: mi lugar está cerca del mar. Me encanta la sensación de la piel salada, el pelo despeinado por la brisa y ese mood relajado que solo aparece cuando me escapo de Madrid. En cuanto puedo, hago las maletas y huyo del asfalto. Tras cada jornada de sol, sigo un pequeño ritual que me acompaña año tras año: aplico un after sun que alarga el bronceado y, sobre la piel hidratada, pulverizo un perfume que huele literalmente a verano.
Este binomio se ha convertido en mi gesto favorito de belleza estival. Primero, hidrato mi piel con una fórmula ligera, calmante y con efecto glow. Después, dejo que un perfume cítrico con un punto dulce haga el resto. El resultado: frescor, buen olor y una estela que se queda conmigo durante horas. Porque sí, aplicar el perfume sobre la piel recién hidratada hace que dure muchísimo más.
Los dos productos que (sí o sí) uso tras una jornada de playa
Mi after sun favorito de este verano
Este año, mi piel se ha enamorado de Fresh after sun shine & tan booster de Ringana. Ligero, calmante y con un brillo sutil que realza el bronceado, este after sun es mi primer gesto de autocuidado tras un día de playa. Me gusta porque no deja sensación pegajosa, tiene un aroma suave y refrescante, y su textura en gel se absorbe en segundos. Lo aplico generosamente y justo después, en puntos estratégicos, pulverizo mi perfume. Esta combinación hace que mi fragancia dure hasta la noche.

Su fórmula incluye partículas de mica ultrafinas que reflejan la luz del sol y dejan un efecto resplandeciente en la piel. De hecho, lo uso también antes de tomar el sol porque potencia el bronceado con una mezcla de ingredientes activos como eritrulosa y extracto de alga roja. Eso sí, después aplico mi protector solar SPF50. La piel se siente suave, elástica y protegida, gracias al aceite de moriche y al extracto de la planta de la resurrección. Además, huele fenomenal y tiene un precio de 33,50 euros.
El perfume cítrico y dulce que llevo 24/7
Pasamos al segundo paso de mi ritual veraniego: Maldives in a Bottle Ylang Coco | 20 Eau de Parfum de Kayali. Es el único perfume cítrico que (sí o sí) me llevaré estas vacaciones. Es dulce, pero no empalagoso, y tiene una salida chispeante de lima y romero que te atrapa desde el primer instante. Lo llevo siempre en el bolso en formato 10 ml (cuesta 32 euros en Sephora) y me encanta reaplicarlo después del after sun.

En el corazón, aparece una combinación inesperada y adictiva de ylang-ylang y plátano, que se funde con una base de leche de coco cremosa. El resultado: una fragancia solar, divertida y sensual. Si eres amante de los perfumes dulces y frescos, pero odias las fragancias muy empalagosas en verano, esta mezcla lo tiene todo para enamorarte. Por algo será que es el perfume cítrico que está conquistando a las españolas este verano. Lo que más me gusta es cómo se potencia sobre la piel hidratada con el after sun. Esa sinergia mágica que solo se consigue cuando combinas buenos productos y sabes cómo aplicarlos.