Los perfumes dulces llevan varias temporadas siendo protagonistas en la industria de la perfumería más comercial. Todo tiene un por qué: evocan emociones, son "fáciles" y conectan con la memoria olfativa, ya que somos muchas las que recordamos postres de nuestra infancia o aquella primera colonia que llevamos al instituto. Este otoño, la tendencia no se aparta demasiado del camino marcado por los gourmand, que continúan en la cúspide gracias a su capacidad para trasladarte a universos de lo más golosos. Sin embargo, dentro de esta categoría surge un submundo fascinante que promete marcar la diferencia: los perfumes cremosos.
¿Qué los define? Se trata de composiciones inspiradas en notas comestibles, cálidas y reconfortantes. Entre las más habituales están la vainilla, que aporta dulzura envolvente; el caramelo, con su efecto adictivo; el coco, que introduce un matiz exótico y suave; el café, con su lado intenso y vibrante; la miel, cargada de voluptuosidad; y el chocolate, auténtico lujo olfativo. Cada una añade una capa de complejidad irresistible que, combinada, da vida a los perfumes gourmand para sumergirse en la dulzura, pero un matiz diferenciador.
Este año, los aromas cremosos ganan protagonismo al fusionar esas notas comestibles con acordes lácteos, sedosos y aterciopelados. Son fragancias que parecen tener textura, que invitan a imaginar la suavidad de la leche tibia o la untuosidad de un postre. De hecho, los perfumes lechosos, la tendencia de fragancias suaves, es una gran elección perfecta si no quieres llevar una fragancia empalagosa.
Perfumes cremosos para estrenar este otoño
Lait Concentré de Chabaud Maison de Parfum
El primero en la lista es Lait Concentré de Chabaud Maison de Parfum. Lanzado en 2014 y concebido por la nariz Sophie Chabaud, este perfume se inspira en la pureza y suavidad de la leche condensada. Su pirámide olfativa es sencilla, pero tremendamente efectiva: leche en la salida, coco en el corazón y caramelo en el fondo. Un trío que desata sensaciones adictivas, como si llevaras contigo el recuerdo de una merienda entrañable. Lo que convierte a Lait Concentré en un perfume tan especial es su carácter cremoso, resultado del acorde lácteo que lo envuelve todo en una nube delicada y tierna. El coco añade exotismo y cierta frescura, mientras el caramelo aporta esa calidez que se adhiere a la piel y permanece durante horas. Está disponible por 125 euros los 100 ml.
Lattedoro de Maison Gabriella Chieffo
El segundo protagonista es Lattedoro de Maison Gabriella Chieffo, una joya olfativa que llegó al mercado en 2018 por la propia Gabriella Chieffo. La experiencia comienza con un estallido especiado: canela, nuez moscada, jengibre y bergamota marcan un inicio cálido y vibrante. El corazón es pura untuosidad, con leche y coco entrelazados con cúrcuma, iris y jazmín, creando una sensación lujosa y misteriosa. En el fondo, vainilla, sándalo y cuero consolidan su faceta más sofisticada. ¿Por qué es un perfume cremoso? Porque el acorde lácteo se mantiene presente en todo el desarrollo, equilibrado con la calidez de las especias y la suavidad aterciopelada del sándalo. En pocas palabras, un perfume cálido, amaderado y altamente cremoso. Su precio es de 200 euros por 100 ml.
Palo Santo de Carner Barcelona
Cerramos la selección con Palo Santo de Carner Barcelona, una creación firmada por Shyamala Maisondieu en 2015 que lleva el concepto cremoso hacia un terreno más místico. Su salida está compuesta por ron y abrótano, un arranque que evoca calidez licorosa y un punto herbal. En el corazón aparece la leche, suavizada con madera de gaiac y haba tonka, mientras que el fondo se despliega con vainilla, sándalo y vetiver, otorgando profundidad y magnetismo. Lo que hace único a Palo Santo es la manera en que combina la dulzura lechosa con notas amaderadas intensas, logrando un equilibrio sublime entre confort y sofisticación. Su coste es de 115 euros por 50 ml.
