La fiebre de los perfumes gourmand parece no tener final. Desde hace más de dos años, este tipo de creaciones dulces y adictivas ha conquistado el tocador de muchas amantes de la perfumería. Aunque ahora hablamos mucho del neo gourmand (más ligero, con ingredientes umami como el arroz o la calabaza) lo cierto es que la inspiración en los postres clásicos, las cremas lácteas y los recuerdos golosos de la infancia sigue siendo la fórmula más repetida. En la última edición de Pitti Fragranze lo comprobé de primera mano: casi todas las marcas presentaban una nueva propuesta comestible que tanto engancha.
Entre tantas novedades, hubo una creación que me atrapó de inmediato: Ashta Symphony de IDEO Parfumeurs. Un perfume que no solo entra dentro de la categoría gourmand, sino que la reinterpreta con elegancia y originalidad. Es dulce, sí, pero no empalagoso; floral, pero sin resultar previsible; y con un punto fresco y limpio que lo hace muy versátil. Fue uno de mis flechazos absolutos en Florencia, y creo que también puede convertirse en el tuyo.
Un perfume gourmand que mezcla notas gastronómicas con flores y un toque limpio
Qué hay detrás de Ashta Symphony de IDEO Parfumeurs
La inspiración detrás de Ashta Symphony es tan deliciosa como inesperada. La perfumista Margaux Le Paih Guérin tomó como punto de partida el ashta, un postre típico libanés elaborado con leche y agua de azahar. Esa mezcla cremosa, reconfortante y llena de matices fue el motor creativo para dar vida a una fragancia envolvente y adictiva. En la salida, una sinfonía de flores blancas anuncia frescura y luminosidad, creando un contraste que engancha desde el primer segundo.

En el corazón, la nota de pistacho se convierte en la protagonista absoluta. Lejos de sonar pesada, aparece acompañada de lentisco absoluto, que añade un matiz verde, crujiente. Aquí está el toque que lo diferencia de otros perfumes con aroma a pistacho: no es un dulce plano, sino una textura vibrante que mezcla lo vegetal y lo gastronómico de manera magistral. A medida que evoluciona, ese acorde se suaviza con la cremosidad láctea que envuelve como un helado artesano recién servido.
La base confirma lo que ya se intuía: es un gourmand con personalidad. La combinación de vainilla, musc blanco y maderas de cachemira da profundidad y sensualidad, pero sin perder la ligereza que lo hace ponible a diario. Este juego entre lo reconfortante y lo sofisticado es lo que me resulta interesante. De hecho, es de esos perfumes con olor dulce de los que nunca te vas a cansar. Además el precio, 130 euros por 100 ml, lo convierte en una tentación bastante razonable dentro del nicho.
Otros perfumes que apuestan por el pistacho
Tropicália de Granado

Si Ashta Symphony muestra el lado más cremoso y delicado del pistacho, Tropicália de Granado juega con su faceta más vibrante y especiada. Esta fragancia arranca con un dúo picante y chispeante de pimienta negra y rosa, suavizado por la mandarina, que actúa como un destello jugoso en la apertura. El corazón revela de nuevo al pistacho, pero esta vez rodeado de iris y zanahoria, que añade un aire empolvado, ligeramente dulce y muy original. El fondo es pura calidez, gracias a la combinación de haba tonka, incienso y ámbar. Su precio es de 140 euros.