Kate Middleton fue la absoluta protagonista de la misa de Pascua en la capilla de San Jorge en Windsor. Es la primera que se celebra desde que la reina Isabel II falleció en septiembre y, tal y como se esperaba, estuvo marcada por la ausencia de los duques de Sussex –el príncipe Harry y Meghan Markle–, por lo que la mayoría de los flashes apuntaron a Kate Middleton, que iba acompañada de su marido, el príncipe William y sus tres hijos: Charlotte, George y Louis.

La princesa de Gales apareció con un traje azul klein impoluto adornado por su conjunto de joyas, entre las que destacó un icónico anillo de compromiso de diamantes y zafiro, que perteneció a Lady Di. Al observar con precisión la mano de Kate Middleton para ver la alhaja que ha heredado de la princesa Diana, ha llamado la atención otro detalle: su manicura roja.
En ocasiones contadas nos hemos detenido a analizar las uñas de Kate Middleton, debido a que, por protocolo y petición especial de la reina Isabel II, ninguna miembro de la familia real británica podía llevar colores en sus manicuras que no fueran el rosa pálido y el blanco nacarado. Más concretamente, el tono Ballet Slippers y el Allure, ambos de la marca Essie, según informa la periodista experta en realeza Nuria Marín.

Medios de comunicación británicos informan de que desde la Casa Real Británica se desaconseja totalmente usar laca de uñas de colores brillantes y mucho menos postizas. Este protocolo se ha cumplido a rajatabla durante todo el reinado de Isabel II, pero Kate acaba de saltárselo.
Nada más salir las imágenes de la manicura roja de la princesa de Gales, se ha desatado una polémica que ha dividido la opinión pública en tres: muchos han tachado este gesto de vulgar; otros creen que se trata de un acto de rebeldía; y, sin embargo, hay quienes piensan que Kate Middleton ha pedido permiso a Carlos III para poder hacerlo.
