Cualquier declaración que haga Íñigo Onieva en relación a su compromiso matrimonial con Tamara Falcó es noticia, y más aún el mismo día de la boda. Después de las múltiples infidelidades que se han conocido del empresario a la marquesa durante el último año, muchos han dudado de que la boda llegase a celebrarse, pero al final, el amor ha triunfado e Íñigo Onieva y Tamara Falcó ya se encuentran dentro del palacio El Rincón para casarse.
La primera en llegar ha sido Tamara, aunque no ha dado declaraciones. Pero la prensa también estaba esperando a Íñigo Onieva en la puerta de su casa en el barrio Salamanca de Madrid para ver cómo se dirigía a la finca donde celebrarán el enlace después de haberse pegado una buena fiesta junto a sus íntimos amigos.

Pasadas las 18:00 horas, los periodistas han podido preguntar al novio qué cómo se encontraba, a lo que él ha respondido: “Muy bien, con muchas ganas”, especialmente y según sus propias palabras, con “muchas ganas de ver a la novia”. Eso sí, Íñigo ha asegurado que no está nervioso por la boda: “La verdad es que estoy tranquilo”, decía. Además, ha confesado que lo que espera de este día de su boda es “que salga todo muy bien”.

Íñigo Onieva ya se encontraba enfundado en su traje de novio, aunque no al completo: no llevaba ni corbata ni chaqueta y, además, lucía gafas de sol.
