La actriz Scarlett Johansson, famosa por convertir en oro todo lo que toca gracias a su talento para meterse en la piel de cualquier personaje, recibió en septiembre una oferta de OpenAI para usar su voz en la nueva versión ChatGPT-4. Sam Altman, presidente ejecutivo de la compañía, le explicó que, con su voz "cerrarían la brecha entre empresas tecnológicas y creadores, además de reconfortar a los usuarios".
Después de una profunda reflexión, Johansson rechazó la propuesta (yo la entiendo, su voz es suya y es lógico que no quiera compartirla con un robot), pero OpenAI siguió adelante con su plan de presentar una voz similar a la de la actriz, tan similar que todo el mundo ha pensado que es la suya.
"Mis amigos, familia y el público en general notaron cómo el nuevo sistema llamado Sky sonaba como yo", declaró la actriz, visiblemente molesta en un comunicado a la cadena de radio NPR.

OpenAI anunció el pasado lunes, antes del mensaje público de la actriz, la retirada de la voz de Sky en un comunicado en el que mencionaban explícitamente a Johansson: "Creemos que las voces de IA no deberían imitar deliberadamente la voz particular de una persona famosa. La voz de Sky no es una imitación de Scarlett Johansson, sino que pertenece a una actriz profesional diferente que utiliza su propia voz natural", declaró OpenAI.
Pero claro, por mucho que ahora reculen, todas sabemos que Sky sonaba igualita que la voz del asistente virtual en la película Her de 2013, robot al que casualmente puso voz Scarlett Johansson. El propio Altman tuiteó "her" durante la presentación de la versión ChatGPT-4. Blanco y en botella... ¡Leche!
her
— Sam Altman (@sama) May 13, 2024
"Cuando escuché la demostración, me quedé estupefacta, furiosa e incrédula de que el Sr. Altman buscara una voz que sonaba tan extrañamente parecida a la mía que ni mis amigos más cercanos ni los medios de comunicación podían notar la diferencia", expresó la protagonista de Lucy, quien afirma que el mensaje de Altman en Twitter con el título de la película es una prueba de que sus intenciones eran imitar su voz sin su permiso.
Johansson también revela que dos días antes de la presentación de ChatGPT-4o, Altman contactó a su agente, pero "antes de que pudiéramos responder, el sistema ya estaba disponible". Esta polémica deja claros grandes problemas relacionados con la IA y la complicada actitud de Altman al mando de OpenAI, como la suplantación de la identidad o la apropiación de características humanas para crear "seres no humanos".
Here's the official statement released by Scarlett Johansson, detailing OpenAI's alleged illegal usage of her voice...
— Benjamin De Kraker 🏴☠️ (@BenjaminDEKR) May 20, 2024
...read by the Sky AI voice, because irony. pic.twitter.com/cJDlnA0hTP
Altman solicitó su colaboración, pero ignoró a la actriz cuando se negó a prestar su voz. "En una época en la que todos lidiamos con deepfakes y la protección de nuestra imagen, trabajo e identidades, creo que estas cuestiones merecen una claridad total", dice Johansson, zanjando el tema con un "espero que una resolución en forma de transparencia y la aprobación de una legislación adecuada ayuden a asegurar que los derechos individuales sean protegidos".
Las declaraciones de Johansson ponen de manifiesto cómo Altman ignora los obstáculos que se interponen en sus planes, especialmente cuando había prometido no humanizar sus chatbots ni fomentar relaciones emocionales con ellos. El esfuerzo por conseguir la voz de Her sugiere lo contrario: pocos escrúpulos y ética profesional para alcanzar sus objetivos.
Según ha revelado Johansson, la retirada de la voz de Sky ha estado motivada por una reclamación legal por su parte: "Como consecuencia de sus acciones, me vi obligada a contratar a un asesor jurídico, que escribió dos cartas al Sr. Altman y a OpenAl, exponiendo lo que habían hecho y pidiéndoles que detallaran el proceso exacto por el que habían creado la voz Sky. En consecuencia, OpenAl aceptó a regañadientes retirar la voz".