Nunca es fácil dar un paso al frente, alzar la voz y hacer público que hemos sido víctimas de abuso por parte de una pareja (o de cualquier persona, forme o no parte de nuestro círculo íntimo). La vergüenza o el temor se ciñen sobre nosotras cuando planteamos esta situación pero, a veces, la valentía se impone. Este es el caso de atleta Ana Peleteiro, que ha empleado sus redes sociales para denunciar haber sufrido violaciones, abusos y maltrato psicológico por parte de una expareja. La especialista en salto triple, que cuenta con medallas en los Juegos Olímpicos y varios Campeonatos del Mundo, se ha abierto en canal a través de TikTok y lo ha hecho siguiendo el trend "y aun así, me quedé".
El trend "y aun así, me quedé" se refiere a un fenómeno digital en el que las personas comparten momentos en los que, a pesar de las dificultades, siguen permaneciendo en un lugar o situación. Es un tipo de mensaje de resiliencia y superación, donde se destaca la capacidad para enfrentar desafíos y seguir adelante a pesar de todo. Peleteiro emplea el "y aun así, me quedé" para hablar sobre una relación de "pareja "(por llamarlo de alguna manera, porque de amor tiene poco) en la que sufrió numerosas vejaciones. "Y aunque parecia imposible consegui salir y ser la mejor fuerte, valiente y feliz que soy hoy en día ❤️🩹", titula la atleta.
"Se ponía un cristal templado, que no permitía ver el teléfono, a no ser que estuvieses de frente, porque decía que no paraba de mirarle el teléfono cada vez que escribía. Y aun así, me quedé", detalla la deportista. "Cada vez que sospechaba que estaba hablando con otra persona más, con otra chica más, pues intentaba o estaba a punto de descubrir una infidelidad, me decía que estaba completamente loca, que eran todo invenciones de mi cabeza. Y que iba a acabar rompiendo nuestra relación por tanta desconfianza. Y aun así, me quedé", suma la gallega en su relato.
"Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento. Y aun así me quedé"
Sin lugar a dudas, las escenas más crudas del video de Peleteiro hacen referencia a relaciones sexuales sin consentimiento. "Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento. Y aun así me quedé. Cambió absolutamente todo de mí, desde la vestimenta, al pelo, a la forma de actuar con mi familia, distanciarme de muchísima gente. Y aun así me quedé. Me decía que si no manteníamos relaciones sexuales siempre que él quería, deterioraría la relación y que, al fin y al cabo, quien no comía en casa comía fuera. Y que si luego me era infiel, que tampoco me sorprendiese. Y aun así me quedé".

La lista de abusos es larga y sigue así. "Cuando llegó la pandemia me dejó sola durante cuatro meses, teniendo la oportunidad de pasarla juntos. Y aun así me quedé. Descubrí que tenía una doble vida y por ende otra relación que no era la mía a escondidas. Y aun así me quedé. Le perdoné. Cuando fuimos a vivir juntos me dijo que la cocina era solo mía. Que él no se iba a ocupar absolutamente de nada que tuviese que ver con la cocina y los quehaceres de casa. Y aun así me quedé".
"Si iba los fines de semana a su casa, de repente desaparecía y yo no sabía absolutamente nada él durante todo el fin de semana. Me decía a lo mejor un día esporádicamente, ‘buenos días’, y se excusaba diciendo que necesitaba su espacio y que tenía que confiar en él y dejarle hacer esas cosas porque eso era normal en una relación. Y aun así me quedé. Volvía de esos viajes como con chupones en el cuerpo y me decía que eran picaduras de bichos que tal vez había en su colchón. Y aun así me quedé", explica visiblemente conmocionada.
Aquí no se acaba el mensaje de la atleta. "Prefería pasar las Navidades solo o con gente ‘random’ de una fiesta antes que pasarlo con mi familia, cuando él no tenía familia. Y aun así me quedé. Descubrí cientos de e-mails con su expareja borrando los suyos propios dejándola a ella de loca, diciéndome que estaba obsesionada con él. Y aun así me quedé. Recibía cartas de sus amantes en casa. Y muchas veces recibía yo las cartas y por desconfianza las leía y decía que eran fans locas que estaban obsesionadas con él. Y aun así me quedé", remata en su explicación.

A través de su relato, Ana describe varios fenómenos de abuso, incluyendo love bombing, donde el agresor utilizaba gestos exagerados para ganarse su confianza y controlarla. También se menciona gaslighting, donde el agresor negaba las sospechas de la víctima y la hacía dudar de su percepción y juicio. Hubo abuso emocional y psicológico, como cambios en la ropa y en la forma de relacionarse con su familia para aislarla. Además, se relatan relaciones sexuales no consentidas, manipulando su autonomía. Finalmente, Peleteiro descubrió una doble vida y mentiras sistemáticas, lo que creó una sensación de inseguridad y dependencia. A pesar de todo, se quedó, mostrando cómo el abuso puede manifestarse de diferentes formas en las relaciones.
No hay palabras para agradecer a Ana Peleteiro que haya tenido la fuerza para hacer esto público, aunque también es lícito no hacerlo, cada caso es un mundo. Gracias a las víctimas que cuentan su experiencia, abrimos la puerta a nuevas declaraciones. Denunciar el abuso contribuye a crear conciencia sobre la prevalencia del maltrato, ayudando a romper el ciclo de silencio y estigma que rodea estas situaciones. Además, las víctimas pueden prevenir que otras sufran el mismo abuso, ya que las autoridades pueden investigar y tomar medidas para proteger a otras personas en riesgo. En resumen, denunciar el maltrato no solo busca la justicia para las víctimas, sino que también es un paso importante hacia la prevención y la protección de futuras víctimas.
En caso de sufrir maltrato o de conocer a una víctima, en España podemos ponernos en contacto con el teléfono 016
En caso de sufrir maltrato o de conocer a una víctima de violencia de género, en España podemos ponernos en contacto con el teléfono 016, que atiende en 53 idiomas y está activo las 24 horas del día, o escribir un WhatsApp en el número 600 000 016. También podemos contactar por correo electrónico escribiendo a 016-online@igualdad.gob.es.