Hay personas que, sin levantar la voz, logran que todo funcione a su alrededor. Así es Gara Arias (La Gomera, 1996). Con una sonrisa tranquila y una calidez genuina, convirtió una sesión de fotos en una mañana de juego, confidencias y complicidad. Y sí, podríamos dedicar esta página solo a hablar de Marco. Porque es imposible no mencionar lo extraordinariamente educado, despierto y dulce que es, y cómo crece junto a una madre que lo acompaña con presencia y libertad, sin idealizar nada, solo siendo. En pocos minutos, todo el equipo estaba rendido a sus pies.
En esta conversación íntima, Gara reflexiona sobre el valor de lo lento, el cuerpo que cambia, la identidad que se redefine y el deseo de transmitir a su hijo una forma más auténtica de estar en el mundo. Una historia que habla de vínculos, de amor y de belleza, la que de verdad importa.
Tu hijo y tú sois los protagonistas de nuestra portada. ¿Qué te gustaría que recordara él de ti cuando sea mayor?
Sobre todo, que se acuerde de que estuve presente, que le apoyaré siempre y que lo que más intentamos darle son buenos momentos.
Desde que fuiste madre, ¿ha cambiado tu forma de entender la belleza o de cuidar de ti misma?
Creo que a veces puede ser duro ver cómo cambias, no solo físicamente, sino mentalmente. A mí me costó un tiempo verme bien, pero también estaba feliz por tener a mi hijo, entonces pasó a un segundo plano. Mentalmente he tenido momentos mejores y peores, pero es relativamente hace poco cuando estoy intentando cuidar más de mí.
Has hablado en varias ocasiones de tu vínculo con la naturaleza y de cómo eso influye en tu bienestar. ¿Cómo se lo transmites a tu hijo?
Marco está muy unido a la naturaleza. Siempre que podemos, nos lo llevamos al campo y ahí él es libre: le dejamos mojarse, chapotear en charcos, cuida a los animales... Cuando vamos a Canarias le encanta el mar, disfruta muchísimo de esos ratos y es lo que más le gusta.
¿Cómo definirías tu estilo ahora? ¿Ha cambiado?
Mi estilo siempre ha sido muy minimalista, pero sí, también tiendo a lo cómodo y, a veces, a lo primero que pillo.
Tu trayectoria ha unido moda, belleza y maternidad. ¿Sientes que la industria está más abierta ahora a mostrar a mujeres en todas sus facetas?
Creo que sí. Ahora hasta se ve en pasarelas a bebés con sus mamás. Al final, no hay que idealizar la imagen de la mujer perfecta; me parece bien mostrarnos de todas las maneras.
¿Qué es lo más valiente que has hecho en tu carrera?
Irme a un país sola y sin dominar el idioma.
¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje que te ha dado trabajar en moda?
He aprendido a tener mucha más seguridad en mí misma.
¿Cuál ha sido el mejor consejo profesional que te han dado y que sigues aplicando?
Ser siempre una misma y no perder tu esencia.
En una época de inmediatez, ¿qué valoras tú de lo lento, de lo que requiere tiempo?
En un mundo donde todo pasa rápido, disfruto de los momentos en los que puedo estar presente, sin prisa: ya sea viendo crecer a mi hijo, sintiendo mi trabajo o simplemente disfrutando de una conversación sin mirar el reloj. Lo lento nos enseña a apreciar.
¿Qué te inspira hoy?
Hoy en día me siento inspirada por la gente que tengo alrededor, por las personas más cercanas, lo trabajadoras que son y la fuerza que tienen. Siempre me ayudan en lo que necesito y lo valoro mucho.
Si pudieras dejarle un mensaje a tu hijo en estas páginas, ¿qué le escribirías?
Le daría las gracias sin duda. Ha llenado mi vida.
"NO HAY QUE IDEALIZAR LA IMAGEN DE LA MUJER PERFECTA"







Por Magdalena Fraj
Estilismo Félix Valiente
Fotos Sandra Escriña
Créditos
Modelos:
Gara Arias y Marco (Canvas Management).
Asistentes de fotografía:
Pablo Mingo y Sergio Borondo.
Peluquería y maquillaje:
Wild Van Dijk.
Asistente de fotografía:
Ángela Andreo Jover.
Producción:
Victoria Mouriño.
Diseño y maquetación
del contenido:
David Carrión