A los 21 años de edad, Ingrid de Noruega se ha estrenado el pasado 8 de abril participando por primera vez visita de Estado al país. La princesa, hija de los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit, asistió a un evento diplomático de alto perfil en honor a la presidenta de Islandia, Halla Tómasdóttir, y su marido, Björn Skúlason. Se ha estrenado así en su papel como personaje público de la casa real noruega, empleando para ello un impecable look que reflejaba su madurez y sofisticación. Un innegable legado de su madre, Mette-Marit de Noruega (aquí te dejamos la historia de amor de Mette Marit y Haakon de Noruega por si te interesa, porque es de lo más apasionante). La hija de los príncipes herederos acudió de punta en blanco a la ceremonia, con un 'total white' en el que diadema, abrigo y zapatos estaban alineados con lo que la futura reina de Noruega buscaba transmitir: modernidad, tradición y elegancia.
Un debut memorable en la diplomacia

La elección de Ingrid de un abrigo blanco fue un guiño a la elegancia atemporal, un color que ha sido sinónimo de momentos históricos para la realeza. Este tono neutro resalta su presencia a la par que establece un paralelo con figuras reales como Mary de Dinamarca y la reina Letizia, quienes han optado por el blanco en eventos significativos (aquí te dejamos una guía sobre el significado de los colores por si quieres aprender más sobre ello).
El estilo heredado de Mette-Marit
Ingrid de Noruega no solo ha heredado el título real, sino también un sentido innato del estilo de su madre, Mette-Marit. Aunque además del estilo, Ingrid de Noruega también está heredando el armario de su madre.
Y es que la hija de los príncipes de Noruega lució un abrigo-vestido blanco de Brock Collection, una prenda que ya vimos lucir a su madre -Mette-Marit de Noruega- durante una visita a Lituania en 2018. Una elección no es fruto del azar, sino que refleja una continuidad estilística que conecta a madre e hija a través de la moda.

Ingrid complementó su abrigo con una diadema minimalista, un accesorio que también es solemos ver mucho en los looks de su madre, Mette-Marit. A los pies lució unos zapatos de tacón altos y en las manos unos guantes también blancos. Aunque el toque final fue el clutch estampado que llevó en la mano.
Ya que se trata del mismo bolso tipo clutch que Ingrid llevó en la boda de su tía Marta Luisa. Una elección de accesorios y prendas llenas de significado personal, una tendencia creciente entre las jóvenes de la realeza, que buscan añadir profundidad y narrativa a su estilo.
