12 posturas de yoga para reducir la cintura y lograr un vientre plano en casa
Te enseñamos 12 posturas básicas de yoga y todos sus beneficios, que te ayudarán, entre otras cosas, a corregir tu postura, mantener un vientre plano y afinar la cintura.
Es la disciplina que une a la perfección el cuerpo y la mente. El yoga, que significa literalmente “unión”, es una de las tradiciones indias más ancestrales y más practicadas en todo el mundo. El bienestar físico ligado a su práctica se suma a un beneficio psíquico excepcional. Estos beneficios para controlar el estrés se han demostrado también en enfermos. El profesor y director del programa de Medicina Integrativa del MD Anderson de Houston en Estados Unidos, Lorenzo Cohen, demostró en 2014 los beneficios del yoga en pacientes con cáncer de mama al llevar a cabo un estudio con 191 mujeres. Demostró que las mujeres que practicaban más a menudo yoga tenían un nivel de cortisol menor (la famosa hormona del estrés) y una capacidad de relajación más importante.
Además de liberar del estrés, el yoga también permite mejorar considerablemente la concentración. La práctica del yoga supone una desconexión casi total por lo que te será muy útil en tu día a día. Mejor coordinación, flexibilidad y estabilidad terminan de completar el impecable retrato de esta práctica de la que no podrás prescindir cuando empieces a probarla.
Lo mejor del yoga es que puedes practicarlo sola en casa. Existen numerosos tutoriales en línea para realizar posturas sencillas que podrás realizar en casa con muy poco material. Son numerosas las marcas que crearon colecciones exclusivamente para practicar yoga pero con llevar ropa cómoda, de preferencia mallas, puedes disfrutar de todos sus beneficios. ¿Ya lo tienes claro, quieres practicar?
Te enseñamos 10 posturas básicas de yoga ytodos sus beneficios, que te ayudarán, entre otras cosas, a corregir tu postura, mantener un vientre plano y afinar la cintura. Recuerda que, si eres principiante, no te tienes que arriesgar con una práctica demasiado larga. Cuenta aproximadamente 30 segundos para cada postura. Al igual que otros deportes como el ‘running’, podrás ir ampliando tu tiempo poco a poco. Si no estás acostumbrada a practicar, te llevará un pelín más de tiempo realizar correctamente las posturas. La repetición de ejercicios te permitirá ganar rápidamente flexibilidad. Que nada ni nadie te pare. Recuerda que todo es cuestión de constancia.
Abdominales
Es un ejercicio muy común y necesario. Túmbate boca arriba, pon las plantas de los pies en el suelo y cruza una sobre la rodilla de la otra. Coloca las manos en la nuca y sube en diagonal llevando un codo a la rodilla contraria. Hazlo 15 veces en cada lado, subiendo en la exhalación.
La plancha
Colócate boca abajo, con las palmas de las manos apoyadas en el suelo. Elévate apoyando la punta de los pies y las manos y forma con tu cuerpo una línea recta. Permanece así 30 segundos y repite. Fortalecerás tus brazos y tu abdomen.
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Media torsión espinal
Nos sentamos en el suelo con las piernas rectas delante de nosotras. Dobla la pierna derecha y pon la planta en el suelo pasándola sobre la rodilla izquierda. Cruza el brazo izquierdo sobre el cuerpo y apóyalo en el muslo derecho, girando la columna; el brazo derecho se mantiene en el suelo. Que tu cabeza siga el movimiento de la columna. Esta torsión la podemos mantener 30 segundos o más, si no estás muy incómoda, intentando girar más la espalda con cada exhalación. Después, repite todo el proceso al otro lado.
La cobra
Colócate boca abajo, con las piernas juntas y estiradas y los brazos doblados con las manos apoyados a la altura de los hombros. Levanta las piernas manteniendo las piernas pegadas al suelo, sujetándote con los brazos, bajando los hombros y elevando la barbilla de manera que miremos ligeramente hacia arriba. Mantén la postura 30 segundos, descansa tumbada boca abajo y vuelve a hacerla 30 segundos más. Con la cobra trabajamos la parte superior de la columna, mejora los músculos espinales, estimula los órganos internos, amplía la expansión torácica y beneficia la zona lumbar.
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La media luna
Separa tus piernas. Estira los brazos con las palmas hacia abajo y gira tu tronco, inclinándote hasta que tu mano derecha toque tu pierna contraria. Es una postura ideal para fortalecer el abdomen y afinar la cintura.
El arco
Sitúate boca abajo. Después, flexiona las rodillas y conduce tus brazos hacia atrás para agarrar tus tobillos. Espera al menos unos 15 segundos. Ideal para fortalecer la espalda y el abdomen.
El perro cara arriba
Túmbate bocabajo, los muslos y los pies hacia el suelo y las piernas abiertas. Estira los brazos y avanza lentamente las caderas hacia las palmnas de las manos. El peso de tu cuerpo cae en tus manos en esta postura.
La postura del bebé
Justo la contraria a la cobra. Nos ponemos de rodillas y apoyamos los glúteos en los talones. Echamos el cuerpo hacia delante, apoyando la frente en el suelo y dejando los brazos a los lados. Nos mantenemos así unos 30 segundos.
El perro cara abajo
Empezamos de pie, y nos inclinamos hacia delante colocando las palmas de las manos a la misma distancia de los hombros, hasta apoyar las palmas en el suelo. Formamos un triángulo con las piernas y los brazos, introduciendo la cabeza entre ambos cayendo relajada mirando al suelo. Nos mantenemos así unos 20 segundos, respirado profundamente por la nariz. Mejorarás la circulación de las piernas, relajas la espalda y revitalizas todo el cuerpo. Para volver a la posición original, ve levantando el cuerpo siendo tu cabeza lo último en subir.
La pinza
Sentadas en el suelo con las piernas rectas, nos vamos flexionando hacia delante colocando las manos en las pantorrillas, los tobillos o las plantas, según nuestra flexibilidad. Dejamos caer la cabeza relajada entre los brazos. Al ser la última asana, podemos mantenernos el rato que nos apetezca, mientras estemos cómodas. Debemos ir ganando flexibilidad con cada exhalación, a la vez que prevenimos dolores lumbares y estiramos todos los músculos de la espalda. Llegado el momento, llegaremos a tocar las piernas con la frente.
El camello
Ponte de rodillas. Sepáralas a la distancia de tus caderas y guarda los muslos de forma perpendicular al suelo. Arquea tu busto y coloca tus manos hacia abajo detrás. Procura mantener tu posición durante 30 segundos. Esta postura es ideal para reforzar la espalda.
El barco
Siéntate con la espalda recta y las piernas estiradas hacia delante. Despégalas lentamente del suelo y mantén los brazos horizontalmente. Levanta las piernas, siempre estiradas, hasta que lleguen a la altura de tu cabeza. Manten la posición unos 20 segundos y repite el ejercicio 3 a 5 veces. Es muy efectiva para fortalecer el vientre.
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