Agua con limón o zumo de naranja, ¿qué es mejor?
Lo habrás leído en todas partes: no hay nada mejor que beber un vasito de agua con limón por la mañana (en ayunas). ¿Pero es tan efectivo como parece?
Desde Elsa Pataky a Beyoncé, pasando por Paulina Rubio o Miranda Kerr… No hay famosa que no reconozca que bebe un vaso de agua con limón en ayunas. Se ha convertido en el consejo nutricional de moda. Pero al igual que las dietas supuestamente milagro, no todo lo que es tendencia resulta eficaz. Es más, puede llegar a ser peligroso. Antes, para ser modelo, debías contestar en todas las entrevistas que tu secreto de belleza consistía en “beber dos litros de agua al día”. Sin embargo, parece obvio que con eso sólo no basta. Ahora, las famosas han completado su “receta quema grasas” y aseguran que, cada mañana, toman en ayunas esta bebida supuestamente determinante en su rutina de belleza.
Y de entrada no es nada malo. Aunque existen numerosos mitos sobre los efectos reales de esta práctica, conviene subrayar los beneficios del limón como tal. Además de ser una fuente de vitamina C y potasio, ayuda la flora intestinal (aunque también puede perjudicar a las personas que sufren gastritis) y disminuye notablemente el colesterol. Sus aportes son por lo tanto parecidos a los de otras frutas como la naranja o el kiwi. También tiene influencia sobre el colágeno y posee efectos antibacterianos. Es completo y eficaz por lo que no debe desaparecer de tu alimentación. Al igual que otros cítricos, encaja perfectamente en tu dieta.

Limón naranja
Sin embargo, muchas de las propiedades que atribuyen a este método son falsas. Por eso, todos los nutricionistas defienden el tradicional zumo de naranja (natural, siempre natural ya que los embotellados suelen contar con un extra de azúcar) que acompaña a los desayunos “de toda la vida”. Por beber un vaso de agua caliente con limón no activarás de forma extrema tu metabolismo. Para “acelerar” la forma en la que quemas calorías lo mejor es hacer deporte y sobre todo adoptar una dieta variada. Aunque todos los ejercicios son en principio eficaces, algunos queman la grasa de una forma más rápida que otra y de forma localizada.
El hula hoop o el ciclismo son por ejemplo idóneos para conseguir una cintura perfecta, mientras que para lucir una espalda más musculosa la natación es sin duda alguna la opción estrella. El ‘tip’ del agua con limón tampoco tiene una función depurativa del hígado: es cierto que todos los líquidos calientes tomados en ayunas poseen efectos diuréticos. No sólo este.
También aseguran que ayuda a conseguir un equilibrio de pH en el cuerpo, pero esto es irreal. Sí que existe una pequeña variación de pH en la sangre según lo que comamos, pero esta es mínima para evitar otros problemas metabólicos. Afirman que fortalece el sistema inmunológico y es antioxidante, pero también tomar otros alimentos ricos en vitamina C (como el zumo de naranja) lo hace. El agua con limón no ayuda a alcalinizar el cuerpo: la dieta conocida como alcalina no ha demostrado científicamente sus beneficios en, por ejemplo, la prevención del cáncer. Y por último, puede resultar perjudicial para tus dientes debido a su acidez, que tiende a dañar el esmalte natural. Si aun así deseas seguir con tu famoso vaso por la mañana, puedes seguir haciéndolo. Pero no quemará tu grasa de forma espectacular.
Sin embargo, muchas de las propiedades que atribuyen a este método son falsas. Por eso, todos los nutricionistas defienden el tradicional zumo de naranja (natural, siempre natural ya que los embotellados suelen contar con un extra de azúcar) que acompaña a los desayunos "de toda la vida". Por beber un vaso de agua caliente con limón no activarás de forma extrema tu metabolismo. Para “acelerar” la forma en la que quemas calorías lo mejor es hacer deporte y sobre todo adoptar una dieta variada. Aunque todos los ejercicios son en principio eficaces, algunos queman la grasa de una forma más rápida que otra y de forma localizada.
El hula hoop o el ciclismo son por ejemplo idóneos para conseguir una cintura perfecta, mientras que para lucir una espalda más musculosa la natación es sin duda alguna la opción estrella. El ‘tip’ del agua con limón tampoco tiene una función depurativa del hígado: es cierto que todos los líquidos calientes tomados en ayunas poseen efectos diuréticos. No sólo este.
También aseguran que ayuda a conseguir un equilibrio de pH en el cuerpo, pero esto es irreal. Sí que existe una pequeña variación de pH en la sangre según lo que comamos, pero esta es mínima para evitar otros problemas metabólicos. Afirman que fortalece el sistema inmunológico y es antioxidante, pero también tomar otros alimentos ricos en vitamina C (como el zumo de naranja) lo hace. El agua con limón no ayuda a alcalinizar el cuerpo: la dieta conocida como alcalina no ha demostrado científicamente sus beneficios en, por ejemplo, la prevención del cáncer. Y por último, puede resultar perjudicial para tus dientes debido a su acidez, que tiende a dañar el esmalte natural. Si aun así deseas seguir con tu famoso vaso por la mañana, puedes seguir haciéndolo. Pero no quemará tu grasa de forma espectacular.