Marie Claire

¿Cómo eliminar los lunares y cuánto cuesta?

Los motivos que llevan a una persona a quitarse un nevus o lunar suelen ser estéticos, por su gran tamaño o localización inoportuna, o relacionados con la salud.

Todos tenemos lunares, y como ocurre siempre para algunos son un sello de identidad que les hace únicos, sobre todo cuando están decorando el rostro, y para otros un problema estético. Dentro del primer grupo, encontramos a celebrities como Úrsula Corberó, que tiene un nevus pequeñito en el labio superior de la boca, justo en el perfil de los labios ¡que no puede ser más sexy!

Sin embargo, también hay famosos que no están conformes con sus nevus faciales y deciden hacerlos desaparecer de su rostro, como es el caso de Pablo Alborán. El artista se quitó el característico lunar que tenía bajo el ojo izquierdo, una marca que le daba mucha personalidad a su aspecto. "Yo también lo echo de menos, es lo único que puedo decir", reveló el cantante ante la ‘desaparición’ del lunar, de la que se dieron cuenta sus fans.

Así que, por si tú también estás pensando en borrar de tu rostro un nevus, respondemos a las dudas más frecuentes.

¿Es lo mismo nevus y lunar?

Los nevus son proliferaciones de células cutáneas de distinto origen: sebáceo, piloso, melanocítico… Y es cuando son de tipo melanocítico, compuestos por células cutáneas cargadas con melanina, se les llama comúnmente lunares.

El número de lunares

Lo normal es que un adulto tenga unos 20-25 nevus repartidos por el cuerpo. Si alguien tiene más de 50-100 nevus tiene mayor riesgo de melanoma. Y debe de tener un control por su médico. En cuanto a su aparición, algunos lunares son de nacimiento y otros salen a lo largo de la vida, aunque casi todos antes de los 20 años. A los 30 años es cuando más lunares tenemos, pues según se envejece van desapareciendo. De hecho, si aparece un lunar nuevo a partir de los 35, es recomendable consultar con el dermatólogo.

Por qué eliminarlos

Los motivos que llevan a una persona a quitarse un nevus suelen ser estéticos, por su gran tamaño o localización inoportuna, o relacionados con la salud, porque el nevus presente signos de malignización, es decir, tenga un alto riesgo de transformación en un tumor maligno de piel (crecimiento rápido, bordes irregulares, sangrado, picor…).

Signos de alarma

Casi nunca hay que hacer nada. Los nevus o lunares suelen ser benignos y hacer un buen seguimiento suele ser más que suficiente para estar tranquilos y convencidos de que no hay de qué preocuparse. Sin embargo, conviene saber cuáles son algunos de los signos de alarma: asimetría, bordes irregulares, color no homogéneo, diámetro superior a 6 centímetros y la evolución, si ha cambiado mucho en poco tiempo, por ejemplo.

En qué consiste la cirugía

La cirugía para eliminar un nevus, previa infiltración de anestesia local, consiste en realizar unos cortes estratégicos con el bisturí alrededor de la lesión y en profundizar para extirparlo al completo. Después, se realiza la sutura con unos puntos de aproximación para que quede la mínima cicatriz. Esta intervención es rápida, tiene una duración de unos 10 minutos y un coste a partir de 150 euros en clínicas privadas.

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