5 cosas que tienes que hacer con tu piel a partir de los 40 años

¿Arrugas en el entrecejo y en las patas de gallo? ¿Manchas? ¿Flacidez? Dinos qué te preocupa y te diremos cómo combatir tu problema. ¡Comprobado!
Cuidado de la piel a partir de los 40 - Imagen: Blanca Campos

Arrugas, flacidez , manchas, falta de luminosidad y deshidratación son algunos de los problemas que más preocupan conforme pasan los años. La doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial, explica por qué se producen estos problemas y cuál es la mejor solución médico-estética para combatirlos.

1. Arrugas en el entrecejo y en las patas de gallo: bótox

Las arrugas del entrecejo y de las patas de gallo son arrugas dinámicas que se producen por gesticulación. El mejor tratamiento para mejorarlas es el bótox. La toxina botulínica es una sustancia que tiene la capacidad de relajar las fibras musculares, permitiendo así controlar la excesiva contracción de los músculos que producen las arrugas en la gesticulación. Su aplicación es sencilla y apenas dolorosa, porque se usan agujas de pequeño tamaño, lo que no suele provoca hematomas, solo una leve inflamación en el punto de inyección que desaparece en unos minutos. La duración del bótox es de entre 4 y 8 meses.

Cuidado de la piel 40 años - Imagen: Grupo Zinet Media
Cuidado de la piel 40 años - Imagen: Grupo Zinet Media

2. Flacidez facial: Neolifting

Con la edad, o también por una pérdida grande de peso, es normal que aparezca la flacidez. La piel pierde elasticidad y volumen, dando lugar al descolgamiento, que suele ser más visible en la papada, los párpados caídos, los pliegues nasolabiales, etc. Para tratar la flacidez a nivel de la papada, el cuello o el desdibujamiento del borde mandibular recomiendo el Neolifting® o lifting facial y cervical asistido. Es un procedimiento de última generación que permite reposicionar los tejidos faciales que han descendido de forma mínimamente invasiva. Las incisiones se hacen con láser frío que reduce la inflamación y el sangrado, favoreciendo una mejor cicatrización. El levantamiento de la piel es lo más limitado posible y se asiste con cámaras, lo que disminuye el riesgo de lesión nerviosa o vascular. Se realiza con anestesia local o sedación.

3. Manchas en la piel: Láser CO2

Los lentigos solares están directamente relacionados con la edad y la exposición al sol. Son los culpables de que la piel deje de tener un aspecto saludable y joven, y de que tenga un tono irregular. Suelen ser más visibles después del verano, por la exposición solar. Con el láser se eliminan las manchas solares y se consigue una piel luminosa con un tono uniforme. Es eficaz para eliminar las manchas solares, pero también para cicatrices o marcas de acné . Además, su acción en las capas más profundas ayuda a luchar contra el paso del tiempo al alisar arrugas y tensar la piel.

Cuidado de la piel 40 años - Imagen: Grupo Zinet Media
Cuidado de la piel 40 años - Imagen: Grupo Zinet Media

4. Falta de luminosidad: Carbon Peel Flash

La falta de luminosidad en tu rostro puede ocurrir en una piel joven que no se cuide debidamente. La falta de una higiene facial hace que se acumulen células muertas, suciedad, contaminación, restos de productos… lo que provoca una piel opaca, sin luz. También puede ocurrir por la edad, es otro de los signos del envejecimiento facial: la piel se deshidrata, pierde tersura, se arruga y pierde esa luz propia de la juventud. Un tratamiento que aconsejamos para recuperar la luminosidad a cualquier edad y en cualquier tipo de piel es el Carbon Peel Flash. El ingrediente secreto que consigue revitalizar el cutis es el carbón activado de origen vegetal, junto a la plataforma Synchro QS4 de DEKA y el más innovador láser dermatológico Q-switched. Esta combinación de un componente mineral usado como mascarilla y un láser de última generación, consigue unos resultados sorprendentes: además de una piel más luminosa, uniforme y tersa, se reduce el tamaño de los poros y se difuminan las arrugas finas.

5. Deshidratación: Mesoterapia facial

La piel tiende a deshidratarse en invierno cuando tiene la función barrera dañada. El frío, el viento o la sequedad ambiental (de la calefacción) son los factores que provocan esa deshidratación en pieles sensibles o dañadas. Para hidratar el rostro podemos recurrir a la mesoterapia facial mediante microinyecciones de sustancias beneficiosas para la piel como son el ácido hialurónico, las vitaminas, la coenzima q 10, los aminoácidos, los péptidos, el DMAE o el silicio orgánico entre otras. Con este tratamiento activamos la microcirculación, le aportamos a la piel los nutrientes y la hidratación que necesita, además, promovemos la formación de colágeno y elastina para conseguir un rostro más joven, luminoso y con menos imperfecciones.

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